30/06/2020 – Monseñor Jorge Scheinig, arzobispo de Mercedes-Luján, compartió parte de su vida y la actualidad de la iglesia local que acompaña en esa tierra mariana de la provincia de Buenos Aires. “Tengo 61 años, nací en un barrio histórico de la ciudad de Buenos Aires como es Villa Lugano. Allí pasé mi niñez e hice mi primera comunión. Y como mi padre era colectivero en el Gran Buenos Aires nos mudamos a Carapachay, en el partido de Vicente López”, comenzó diciendo. “Tengo un hermano 14 años menor que yo. La verdad que la fraternidad es algo muy bueno. Mi hermano ha sido y es fundamental para mí. Él tiene 4 hijos. Con ellos comparto mucho de la vida”, añadió monseñor Scheinig.
“Soy hijo de la escuela pública. Cuando tenía 18 años era un joven buscador, en la escuela, en el barrio y también en la Iglesia. Decidí ir a un grupo juvenil porque me encantaba estar con otros chicos y chicas. Y ahí fue que sentí una inquietud por Jesús, allá por 1977. Era parte de una juventud con muchos ideales, con ganas de cambiar el mundo y la historia. El Señor me atrajo porque sentí que tenía la clave de la transformación. Yo salía a misionar con mi grupo, a ser solidario, a trabajar por los otros. Y fue así que dejé a mi novia, dejé todo para ingresar al seminario diocesano de San Isidro”, compartiò.
“Estuve 6 años formándome y a los 24 años monseñor Jorge Casaretto me ordenó sacerdote. Fui párroco más de 28 años, en San Fernando estuve 12 años, por ejemplo” dijo el arzobispo metropolitano de Mercedes- Luján. Y sostuvo: “La Iglesia tiene una riqueza multicultural. Tenemos una misma fe, un mismo bautismo y un mismo Señor, pero en la diversidad de culturas. El Evangelio de Jesús vive y habita en la diversidad”. Sobre el santo padre afirmó. “El papa Francisco es una persona que tiene una sensibilidad exquisita”. Monseñor Scheinig manifestó además que “la fe cristiana es sinodal. Caminar juntos no es solo un deseo sino que tiene que empapar las estructuras y el estilo de vida de la Iglesia”.
Por otro lado, dijo que “ante la sensación de miedo e incertidumbre que provoca este momento, ante el fracaso de los sistemas y sus estrategias, desde el Evangelio de Jesús y el pensamiento social de la Iglesia, en nuestra arquidiócesis estamos invitando a recorrer un camino de esperanza. Es la convocatoria del Equipo de Pastoral Social de Mercedes-Luján, que desarrollará encuentros virtuales a través de la plataforma Zoom. El primer encuentro será el 30 de junio a las 20 horas donde voy a reflexionar sobre los signos de los tiempos”, indicó. En tanto, el 4 de julio a las 10 horas, el padre Augusto Zampini, secretario adjunto del Dicasterio para el Desarrollo Humano, desarrollará el tema “La Iglesia en el mundo en la pospandemia”. La doctora Cristina Calvo, focolarina, economista especializada en Economía Solidaria, tendrá a su cargo la actividad del 7 de julio, titulada: “El desafío de una economía en el mundo pospandemia”. El último encuentro será el 14 de julio, y estará a cargo del padre Luis Jáuregui, quien desarrollará una síntesis de los desafíos de la Pastoral Social Arquidiocesana.
Monseñor Scheinig nació el 5 de junio de 1959 en la ciudad de Buenos Aires. Tras completar sus estudios secundarios en las Escuelas Técnicas Municipales Raggio, de donde egresó con el título de Técnico Mecánico, ingresó en el seminario mayor San Agustín, de San Isidro, donde completó su formación eclesiástica. Fue ordenado sacerdote para el clero de la diócesis de San Isidro el 9 de diciembre de 1983, en la catedral de San Isidro Labrador, por el entonces obispo diocesano, monseñor Jorge Casaretto. Poco después de su ordenación, en 1984 fue designado vicario parroquial de la Resurrección del Señor, en la localidad de Martínez, donde estuvo hasta 1990. De 1991 a 1997, fue párroco de San Pedro y San Pablo, en Olivos. De 1998 a 2008, párroco de Nuestra Señora de Aránzazu y director pastoral del colegio San Martín de Tours, en la ciudad de San Fernando. En este período fue cofundador y director de la radio parroquial FM La Barca. En los años 2009 y 2010 fue párroco de La Purísima Concepción, en General Pacheco. Tras un período de tres años que dedicó al estudio en la Facultad de Teología, en 2013 fue designado párroco de San Gabriel de la Dolorosa, en Vicente López, oficio que ejerció hasta la actualidad.
Además de su actividad parroquial, durante sus 33 años de sacerdote se desempeñó como asesor diocesano de Juventud; Asesor del Equipo Nacional de Juventud del episcopado argentino; coordinador del Consejo Pastoral de la diócesis de San Isidro; Perito asesor del documento Navega Mar Adentro, del episcopado nacional; consultor de la comisión episcopal de Fe y Cultura; asesor del Equipo Compartir del episcopado nacional sobre la reforma económica; asesor pastoral de Cáritas Argentina; coordinador del Equipo Regional de Pastoral Urbana, región Buenos Aires-Gran Buenos Aires; y profesor de Teología Pastoral en el seminario de San Isidro, en la facultad de Teología, en el ciclo del bachillerato y en el de licenciatura. Es bachiller en Teología, por la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires (UCA) en 1983; y licenciado en Teología Pastoral por la Facultad de Teología de la UCA en 2012, con la tesis “La pastoral urbana como una pastoral adecuada a la diversidad de la urbe”. Fue obispo auxiliar de Mercedes-Luján hasta que el papa Francisco lo designó como el arzobispo de este comunidad que alberga a la casa de la Patrona de Argentina, Nuestra Señora de Luján.
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