La Superinteligencia Médica está redefiniendo el diagnóstico

lunes, 14 de julio de 2025

14/07/2025 – ¿Imaginaste alguna vez que la tecnología podría revolucionar la forma en que nos diagnostican médicamente, haciendo los procesos más rápidos, precisos y accesibles para todos? En el ciclo «Un mundo artificial, ¿una sociedad más humana?», Ezequiel Romano, especialista en tecnología y divulgador de IA, nos trae hoy una perspectiva esperanzadora y fascinante: cómo la superinteligencia médica de Microsoft está redefiniendo el diagnóstico.

Ezequiel comienza destacando el lado positivo de la Inteligencia Artificial, en contraste con programas anteriores donde se enfocaba en los desafíos. Nos presenta a Mydxo, una prueba de concepto de Microsoft que promete transformar la salud. Mydxo funciona como un orquestador, un «simposio de médicos virtuales» compuesto por cinco IA con roles específicos: administración, lista de verificación, hipótesis, opositor y selector de pruebas. Estos «doctores robot» dialogan y debaten entre sí a una velocidad inaudita para llegar al diagnóstico más preciso posible.

¿Los resultados? Asombrosos. Microsoft probó Mydxo con más de 300 casos de alta complejidad de una importante revista médica, logrando una precisión diagnóstica del 85%. Para ponerlo en perspectiva, los médicos humanos sin herramientas tecnológicas alcanzan aproximadamente un 20% en casos similares. Esto significa que la IA cuadruplica la asertividad en diagnósticos difíciles. Además, Mydxo logra eficientizar los costos, con una reducción del 20% en las pruebas iniciales, y una previsión de ahorro de hasta el 70% en el futuro. Esto no solo mejora la calidad del diagnóstico, sino que lo hace más accesible.

Pero, como siempre, Ezequiel nos invita a un discernimiento profundo. Si bien las ventajas son claras –la IA opera más rápido, se mantiene actualizada con toda la información científica y organiza equipos de trabajo–, también surgen desafíos éticos y filosóficos. ¿Quién tiene la responsabilidad legal si la IA comete un error en el diagnóstico? También menciona el riesgo del sesgo en los datos con los que la IA es entrenada, lo que podría llevar a diagnósticos menos precisos para ciertos grupos. Otro punto crucial es la desprofesionalización: ¿cómo se formarán los médicos del futuro si la IA asume tareas que antes eran parte de su aprendizaje por experiencia? La tecnología, nos dice, debe aumentar la funcionalidad de los médicos, no reemplazarlos.

El gran mensaje de Ezequiel es que la IA viene a ser un «superpoder» para los profesionales de la salud . Al liberarles tiempo en tareas administrativas y diagnósticas, les permite volver a lo esencial: la empatía y el diálogo con el paciente . La IA «brindará más capacidad cerebral para hablar con el paciente, para entenderlo y para ser más empático». El médico no debe dejar de ser humano; su relación de escucha y acompañamiento es insustituible. Además, esta tecnología podría democratizar los diagnósticos a nivel mundial, llegando a lugares vulnerables con escasez de recursos y mejorando la calidad de vida de muchísimas personas.

Así, en un día en el que celebramos a San Camilo de Lelis, patrono de los profesionales de la salud, Ezequiel nos deja un mensaje providencial: la tecnología es una herramienta poderosa que, usada con discernimiento y humanidad, nos ayuda a cargar la cruz de los que sufren, no a quitarnos la responsabilidad de acompañarlos.