La vida es una escuela para aprender a amar

martes, 19 de septiembre de 2023

18/09/23- Jorge Mejías y Puri Rocca son matrimonio, viven en España y tienen dos hijos: uno vive en la tierra y otra en el cielo. Su hija Irene falleció en 2005 con 17 años. “Irene está en la eternidad, donde todos aspiramos llegar”, dijo su mamá. Hoy nos cuentan su camino de duelo.


Conversión profunda


“Cuando muere Irene estábamos alejados de la Iglesia, eramos incrédulos. Dios estaba en nosotros pero nosotros no estábamos en Dios”, dijo Jorge. ” Pero algo dentro de mí me llevó a apostar por la vida; aunque mi hija había muerto, seguí confiando en la vida y comencé a preguntarme por el sentido de la muerte”.

Por su parte Puri relataba lo siguiente: “El sufrimiento es inevitable, el dolor fue inmenso. Veía las cosas como el blanco y negro. No entendía. Pero en un momento le dije a Jorge: yo sé que nuestra hija está viva, porque sigo sientiendo su amor presente. Sólo que no sabíamos donde estaba Irene, entonces nos pusimos en “modo búsqueda”.

“En esa búsqueda leímos decenas de libros, para encontrar una pista que determine dónde estaba Irene. Hasta que dimos con un libro que decía: “Dios es un Padre que tiene un Hijo y que existe un amor hipercreativo que se llama Espíritu Santo y que es un amor tan perfecto que es una persona”. Cuando leí esa definición de Dios, me puse a llorar. Me sentí absolutamente identificado con el amor que sentía por Irene. El amor hacia Irene me estaba llevando a ser una persona nueva. El amor que sentíamos por Irene se convirtió en una autopista por la que Dios nos envió muchas gracias”, dijo Jorge.

Actitudes básicas posibles

“Hay dos actitudes básicas cuando fallece un ser querido: abrirse o cerrarse. Cerrarse es dejarse llevar por la lógica del sufrimiento. No querer saber nada de nadie. El apego es enorme. Sin embargo llega un punto que el doliente toma una resolución para disponerse a hacer algo. Allí se abre para que otros lo puedan ayudar, porque salir de este sufrimiento solos en muy difícil”, aconsejó Jorge.

“Lo que no hay que pensar es que el tiempo lo cura todo, pensar que yo mismo saldré de la situación de sufrimiento. Lo que sí hay que hacer es pedir ayuda para poder hacer el trabajo de duelo”.

No te pierdas de escuchar la entrevista completa en la barra de audio debajo del título.