La viralización de contenido

martes, 28 de enero de 2020
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28/01/2020 – En su mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones de este año, Papa Francisco invitó  a narrar y a comunicar historias buenas, historias que nos hablen del bien, de la verdad, de la belleza de las personas; historias que nos enaltezcan. En este marco, existe un mecanismo moderno de comunicación que aprovecha las redes sociales pero no siempre, lamentablemente, para contar historias buenas.

Se trata de la viralización de contenidos, la distribución masiva de videos, de audios, de fotos, de noticias, entre otras cosas; un fenómeno relativamente nuevo en comunicación que aprovecha la masividad y las posibilidades de las redes sociales, pero que tiene sus riesgos, como hemos visto en algunos casos, donde las imágenes que se viralizan y se comparten muestran lo peor de la humanidad (por ejemplo, la patota que golpeó hasta la muerte al pibe Báez Sosa en Villa Gesell).

Hay un montón de preguntas que nos hacemos por este tema: nos preguntamos si esas viralizaciones no generan contagio para bien o para mal. Si la viralización ya se usa con intereses particulares, comerciales, de marketing, o ideológico. Qué aspectos técnicos debemos conocer sobre esta modalidad comunicativa que alimenta o suplanta las noticias.

Estos interrogantes se lo transmitimos a Lucas Secco que es asesor en comunicación digital. En diálogo con nuestra emisora Seco destacó: “Nadie nos enseño a usar las redes sociales, incluso todos las usamos de diferentes maneras. Se usa la verdad y la mentira de manera cruel; por eso, ante cada mensaje hace falta dudar”.

El especialista también expresó que, “cuando una noticia nos invita a tomar posición suele viralizarse. Los medios suelen levantar historias que generan indignación, cayendo en el facilismo. En redes, es más fácil indignarnos que generar contenidos positivos”.

Por último, el experto en comunicaciones advirtió que, “las redes sociales son un altoparlante en la mano de cada uno. Para viralizar algo hay que entender el contexto, ser empático y responsable. No somos una persona en redes y otra en la vida real, hace falta coherencia. Hoy tener una cuenta en redes te hace comunicador”.