01/06/2021 – El padre Pablo Savoia, integrante de la Pastoral Vocacional de la diócesis de San Martín, inició el ciclo que busca pensar este tema eclesial en sentido amplio. Lo acompañó Damián Barneche, que también es parte del equipo diocesano y quien además es abogado, catequista y acompañante espiritual. El padre Savoia manifestó que “la vocación no se refiere solamente a los sacerdotes y religiosos, sino que tenemos que plantearla en sentido amplio, es la vocación a la que está llamado el cristiano. El sacerdote jesuita José María Rodríguez Olaizola afirma que la vocación es la conciencia de que, entre los muchos caminos que uno puede recorrer, sin embargo, se siente llamado a elegir uno que define su vida y que marca una forma de relación con una comunidad y con el mundo”.
Y también dijo el padre Pablo: “La fe da sentido a ese camino. La decisión es libre, y requiere, por parte de uno, que ponga en juego su voluntad. Pero implica renuncias. Por ello mismo, también implica riesgo. La vocación es, al final, una forma de amor. Es más, es una historia de amor. Vos te relacionás desde lo que sos, eso tenés que pensar: ¿Qué sos? Esto es fundamental a la hora de vincularte, el ser social. Todo esto lo expresa Rodríguez Olaizola”. Y agregó que “hablar de vocación es hablar de libertad y de renuncias. Eso significa que en algún momento tenés que elegir. El problema hoy es que lo queremos todo”.
Barneche luego habló no sólo de las vocaciones de especial consagración, sino de desplegar la vida del bautismo: “Debería ser normal preguntarse por este tema, buscar la radicalidad evangélica. Lo que nos une en la vocación cristiana es el bautismo. Esto nos permite redescubrir la profundidad del misterio del que nos llama. La vivencia del bautismo nos ayuda a profundizar en nuestra vocación”. Y Savoia sostuvo que hay que “redescubrir el bautismo desde lo existencial y también desde los detalles, como por ejemplo saber en qué día fui bautizado. Es el comienzo de una historia de amor, que sigue en la vocación”.
Damián indicó que “la vida en oración y en silencio me aportó conocerme más, conocer más mis dones, crecer en paciencia. Es una forma de querer estar en el Señor, de querer seguir construyendo su Reino”. Y el sacerdote sanmartiniano añadió: “Tenés que tomar en serio que sos un misterio. Nos habita un misterio hermoso que es la presencia de Dios. La Eucaristía despliega en vos esa espiritualidad de comunión. Si no hay dinamismo, no hay amor. La historia de amor siempre tiene que crecer, el amor siempre está en movimiento. Y la Palabra de Dios, la Biblia, es un relato amoroso que refleja lo ocurrido durante miles de años. La Palabra muestra el amor que tiene Dios con su pueblo. Y en los textos bíblicos está el tema del llamado de Dios, por eso es bueno volver a esa Palabra que despertó o despierta en vos tu vocación”. Finalmente, la hermana Clara Ríos, de las Pequeñas Hermanas de la Sagrada Familia, nos dejó su testimonio. También escuchamos a Valeria Campisi y a Juan Emilio Inzaurraga, ambos laicos del equipo pastoral de la diócesis de San Martín.
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