Las bibliotecas

martes, 3 de septiembre de 2013
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En sus orígenes, las bibliotecas cumplieron las funciones de archivos ubicados en los templos. Los "textos" fueron tablillas de barro donde se registraban acontecimientos de la política o normas religiosas y legales.  
Las bibliotecas alcanzaron un gran desarrollo en Egipto, donde hacían las veces de museo. La técnica de escribir sobre cueros fue perfeccionada desde el siglo II a.C. en la ciudad de Pérgamo, y de allí el nombre "pergamino". Esta ciudad tuvo en la época griega una importante biblioteca.

Se destaca también la biblioteca de Alejandría. Esta ciudad fue fundada por Alejandro Magno en el año 331 a.C. Estaba ubicada en el norte de Egipto, en el delta del Nilo. Allí se encontraba una importante comunidad judía, a quienes se les atribuye la traducción del Antiguo Testamento del hebreo al griego. Esta traducción se conoce como  Biblia de los Setenta o Septuaginta (LXX). Esta biblia incluía también algunos libros que fueron escritos directamente en griego: Judith, I y II de Macabeos, Sabiduría, Tobías, Baruc y Eclesiástico (o Sirácida).
Cuando el sínodo de Jamnia en el año 70 d.C., fijó el canon judío, no incluyó estos libros escritos en griego. Son llamados libros deuterocanónicos y no se encuentran en las biblias judías ni en las biblias protestantes.

Desde 3000 años a.C. los egipcios desarrollaron la técnica del papiro. Estos, al igual que los pergaminos, se enrollaban, por eso a veces en la biblia se habla de un libro como "un rollo". Para transcribir un evangelio se necesitaban aproximadamente 10 metros de papiro. Ya en la era cristiana, siglo II d.C., se conoce la costumbre de cortar y coser las hojas de papiro, naciendo así el "códice". Estos códices ya tenían la forma actual de los libros.

Las sinagogas: en tiempos de Jesús, las sinagogas eran "la casa del libro", el lugar de reunión, estudio y rezo en base a la Palabra de Dios. En ese sentido, funcionaban como "biblioteca" donde se conservaba no sólo el texto sagrado, sino también otros libros de espiritualidad y comentarios a las escrituras.

La biblioteca de Qumran: a orillas del Mar Muerto se encontró una biblioteca con gran cantidad de rollos guardados en vasijas de barro. Se supone que este emplazamiento era residencia de los esenios, un grupo de judíos que estaban separados del judaísmo oficial y vivían en comunidades. El descubrimiento de esta biblioteca en el año 1947 fue muy importante, ya que permitió conocer directamente copias de textos bíblicos hechas en el siglo II a. C. Se conserva una copia casi entera del libro del profeta Isaías, que se encuentra en el Santuario del Libro en el Museo de Israel.

Otras bibliotecas que conservan importantes versiones de la Biblia:
Biblioteca de San Petersburgo: aquí se encuentra el códice de Leningrado, un pergamino del año 1008, que contiene el Texto Masorético completo.
Monasterio de Santa Catalina, en el Monte Sinaí: se conservó el Códice Sinaítico, un manuscrito uncial (letras mayúsculas) de la Septuaginta y los cuatro evangelios.

La Biblia, una biblioteca: "biblia" es el plural de "biblion", libro en griego.

La Biblia como fuente de la Revelación:
Para los católicos, la Revelación de Dios se halla  en tres fuentes: La Biblia, la Tradición y el Magisterio.
“Las Sagradas Escrituras  son el testimonio escrito de la Palabra divina, el memorial canónico que atestigua el acontecimiento de la Revelación. Por lo tanto, la Palabra de Dios precede a la Biblia y la sobrepasa. Por eso el centro de nuestra fe no es solamente un libro, sino una historia de salvación y sobre todo una persona, Jesucristo, la Palabra de Dios que se hizo carne” (Papa Francisco, Discurso a los miembros de la Pontificia Comisión Bíblica, 12/04/2013).