Las grietas de la historia argentina

jueves, 6 de febrero de 2020
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06/02/2020 – Al igual que en el resto de los países del mundo, en Argentina hay grietas o divisiones que, en los últimos años se han acentuado.

La historia de la humanidad está repleta de divisiones, de fratricidios, genocidios, de peleas de hermanos contra hermanos, de “caínes y abeles”. Pero también hay muchos ejemplos de grietas superadas, de divisiones superadas, de perdones, de justicia, de reconciliaciones, y de acuerdos de paz y de convivencia.

Los argentinos tenemos, como todos, estas cosas positivas y negativas. Pero podríamos tener más de las primeras, de las positivas, y menos de las segundas que son las que no nos permiten desarrollarnos plenamente como comunidad, como Nación, para que haya más Justicia y menos desigualdades, para que tengamos una patria para todos, sin niños con hambre y sin futuro.

¿Cuáles son o cuáles han sido nuestras divisiones y grietas a lo largo de la historia?. ¿Las hemos superado? ¿Se han reiterado a lo largo de la historia? ¿No puede generarse un liderazgo político sin la generación de enemigos? ¿En qué cuestiones deberíamos ponernos de acuerdo? ¿Es posible un gran pacto social y político en argentina? ¿Se puede hablar de un modelo de consenso?

Le trasladamos estos interrogantes a Esteban “Tito” Dómina, historiador, escritor y también protagonista de nuestro tiempo a partir de su vocación política.

Al respecto, Domina sostuvo: “A lo largo de nuestra joven historia, Argentina a tenido una intensa presencia de conflictos, de divisiones y contradicciones que ojalá hubieran servido para obrar como motores del desarrollo, del progreso pero, en general, esos conflictos y divisiones operaron en sentido contrario. Operaron como desgaste inútil, costaron vidas humanas, generaron violencia”.

Para el historiador “parece ser que nos cuesta a los argentinos, debe haber una cuestión de genética en nosotros, nos cuesta encontrar el entendimiento, el acuerdo y el consenso antes de la confrontación, es como si fuéramos muy adictos a la confrontación sabiendo en general que esto no lleva a buen puerto”.

Domina aseguró que, “la lección de la historia indica que seguimos en este presente, más o menos, planteando las mismas cuestiones”.