Ley de Educación Sexual Integral: enseñar con delicadeza y amor

martes, 30 de julio de 2019
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30/07/2019 – En esta nueva edición del ciclo “Por la vida” conversamos sobre el documento publicado por la Congregación para la Educación Católica: “Varón y mujer los creó. Para una vía del diálogo sobre la cuestión del gender (género) en la educación”, publicado el 10 de junio del corriente año.

Este documento presenta el objetivo de “ofrecer algunas reflexiones que puedan orientar y apoyar a cuantos están comprometidos con la educación de las nuevas generaciones a abordar metódicamente las cuestiones más debatidas sobre la sexualidad humana, a la luz de la vocación al amor a la cual toda persona es llamada”.

Varón y mujer los creó

En el transcurso del programa, se compartió acerca del contenido de este documento, el cual propone una metodología para el tratamiento del tema en cuestión: escuchar, razonar y proponer.

El documento plantea un origen antropológico, distintas concepciones del gender (género) donde se niega la existencia de un don originario que nos procede y es constitutivo de nuestra identidad personal formando la base necesaria de nuestras acciones. Lo que interesa, según la teoría del género es, el afecto entre los individuos independientemente de la diferencia sexual y la procreación consideradas irrelevantes en la construcción de la familia.

En este contexto cultural se comprende que, el sexo y el género han dejado de ser sinónimos, es decir, conceptos intercambiables ya que describen dos entidades diferentes.

La exacerbación del individuo borra el aspecto físico o fisiológico del ser humano. Considera el deseo individual por sobre la lógica o constitución física. En ese contexto de pensamiento antropológico es que no hay una diferencia sexual entre hombre y mujer, sino que pueden tomar otras formas determinadas por el individuo radicalmente autónomo. Esto se lo suele asociar a la frase que se suele escuchar: “como uno se percibe”. A su vez, no es determinante, un día se puede percibir una cosa y mañana, otra. “Me auto percibo de distintas formas a lo largo de mi vida”.

Lo que vale para esta teoría es la absoluta libertad de autodeterminación y la elección circunstancial de cada persona en el contexto de cualquier relación emocional. Por ejemplo, “yo me voy a percibir según cómo me sienta en ese momento”. Aquí entra en debate el concepto de libertad, “hago lo que quiero sin que me importe el otro, sin importar si mis acciones afectan al otro”. Todo lo que haga de alguna manera afecta a mi prójimo ya que vivimos en comunidad.

Retomando el contenido del documento, es importante considerar dos puntos: en primer lugar que hay una imposición de una ideología, es decir, una sola forma de pensar el sexo y la sexualidad, es una visión autoritaria. En segundo lugar, se trata de imponer esta visión a los niños, niñas y adolescentes (justamente en una etapa en la cual se sienten vulnerables por su pleno desarrollo). A su vez esto corroe el concepto de familia ya que esta ideología de género desvincula al adolescente de su familia de origen, potencia su individualismo y lo vincula con sus pares solamente a través de las emociones.

Ley de Educación Sexual Integral: enseñar con delicadeza y amor sin tener miedo

A modo de reflexión Sofía Bertrán, en su participación en formato columna dentro del espacio radial, explicó: “La sexualidad plasma todo lo que somos como varones y como mujeres. Todos somos seres sexuados desde la concepción”.

Sofía dijo que todo lo que los niños viven y sienten lo experimentan desde determinado modo de ser que siempre va a ser sexuado. Recalcó que es importante empezar a conversar cuanto antes con los niños y jóvenes lo que escuchan o buscan en Internet, ya que podremos generar vínculos de confianza. Esto deriva en un factor de protección porque como adultos estaremos disponibles, ya que con apertura y respeto de nuestra parte podremos conversar sobre estos temas. De manera que, cuando nuestros niños o jóvenes adviertan un riesgo en el futuro y quieran acercarse a pedir ayuda o un consejo, podrán hacerlo con total confianza.

“La sexualidad es buena, es un regalo que Dios nos dio, y como todo regalo hay que cuidarlo y valorarlo, enseñarlo con delicadeza y con amor”, remarcó Sofía.

Por último, expresó que, la sexualidad es nuestro lenguaje de expresión del amor humano. Es un camino de plenitud para nosotros mismos y para los demás. Hay que enseñar como un ámbito de afirmaciones, en primer lugar como afirmación de la dignidad de la persona.