Lo esencial del encuentro con Jesús

lunes, 10 de febrero de 2020
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10/20/2020 – “En    aquel    tiempo,   cuando   Jesús   y    sus  discípulos  terminaron la  travesía, tocaron  tierra  en Genesaret, y atracaron. Apenas desembarcados, algunos lo reconocieron, y se pusieron a recorrer toda la comarca; cuando se enteraba la gente dónde estaba Jesús, le llevaba los enfermos en camillas. En la aldea o pueblo o caserío donde llegaba, colocaban a los enfermos en la plaza, y le rogaban que les dejase tocar al menos el borde de su manto; y los que lo tocaban se ponían sanos.”

Marcos 6:53-56

Si tuviéramos que elegir algunas palabras del Evangelio de hoy para realizar una refección podríamos elegir dos: la primera “Ponían a los enfermos en su presencia” y la segunda “le rogaban que les dejase tocar al menos el borde de su manto”. En resumen dos palabras “presencia” y “tocar”. Ambas nos hablan de esta clave de encuentro.

El Evangelio de hoy quiere marca en nuestro corazón una actitud de nuestra vida espiritual que es la importancia del encuentro porque es allí donde se genera, en nosotros esta cercanía con aquel que viene a traernos la Salvación.

En clave de amistad sabemos que el encuentro es fundamental. Si nos decimos amigos debemos provocar momentos de encuentro y esto también es fundamental en nuestra vida de fe. No podemos pensar en una espiritualidad profunda , en una fe que quiere ir madurando, en un deseo de discernir la voluntad de Dios si no me encuentro con Él.

Los hebreos reconocían la presencia divina en las Tablas de la Ley, guardadas en el Arca y por ello respetaban el templo y acudían allí a orar. Hoy no necesitamos un lugar concreto para dar gloria a Dios. Gracias a Él, en todas partes podemos encontrarlo. Por supuesto que hay lugares sagrados, las iglesias, las capillas, pero es posible adorarlo en cualquier lugar. Es un buen día para plantearse con qué ánimo y dónde busco a Jesús. ¿Lo busco siempre, en todos los momentos de mi vida, o solo cuando me encuentro mal? ¿Lo veo presente en los acontecimientos de mi vida? ¿Comienzo la jornada en su presencia, con una oración? Que no se nos olvide. Aprovechemos que Dios se encuentra siempre cerca de nosotros.

 

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