06/09/21- Como estamos en el mes de la Biblia, en el ciclo junto al Padre Mateo Bautista, trataremos el duelo de algunos personajes bíblicos. En este programa hicimos un recorrido de los muchos procesos de duelo en la Biblia a modo de introducción.
La Palabra de Dios habla de duelo, dicen mucho sobre nuestros sufrimientos, de los procesos de sanación y nos presenta modelos de buenos dolientes y duelientes. El modelo por excelencia es Jesús, quien murió sin ningún privilegio. No solo en la Palabra de Dios encontramos modelos sino en la misma persona de Jesús, en La Madre de Jesús y en la persona de Dios Padre.
San Juan Pablo Segundo en su Encíclica “Salvifici Doloris” relata: “La Sagrada Escritura es un gran libro sobre el sufrimiento. De los libros del Antiguo Testamento mencionaremos sólo algunos ejemplos de situaciones que llevan el signo del sufrimiento, ante todo moral: el peligro de muerte, la muerte de los propios hijos, y especialmente la muerte del hijo primogénito y único. También la falta de prole, la nostalgia de la patria, la persecución y hostilidad del ambiente, el escarnio y la irrisión hacia quien sufre, la soledad y el abandono. Y otros más, como el remordimiento de conciencia, la dificultad en comprender por qué los malos prosperan y los justos sufren, la infidelidad e ingratitud por parte de amigos y vecinos, las desventuras de la propia nación”.
El primer duelo que aparece en la Biblia es el duelo de Dios Padre. “Cuando muere Caín en manos de Abel, no fue sólo el duelo de Adán y Eva; es también el duelo de Dios Padre, es por eso que es Dios Padre quien reclama a Caín ¿dónde está tu hermano? El primero que entra en duelo es Dios Padre, esto nos enseña que antes que mi sufrimiento está el sufrimiento de Dios, esto nos indica que nunca estamos solos en el trabajo de duelo, nunca abandonados, siempre Dios está con nosotros.”