Los jóvenes y las adicciones

jueves, 25 de agosto de 2011
Entrevista de Gabriela Lasanta al Dr. Alfredo Miroli, Médico especialista en Alergia e Inmunología Clínica. Fue Subsecretario de Estado de la Nación a cargo de los programas de Prevención y Asistencia de la Drogadicción-SEDRONAR. Fue Presidente del Grupo de expertos en prevención de la drogadicción de la Comisión Interamericana Contra el Abuso de Drogas para la Organización de Estados Americanos. Fue Director nacional del Programa de Retrovirus y Sida del Ministerio de Salud de la Nación. Es autor de trabajos científicos, autor de capítulos de inmunología en varios textos de medicina, y autor de libros científicos y de libros y videos de educación comunitaria sobre drogas ,sobre HIV/Sida y sobre Inmunología. Ha dictado conferencias científicas como Invitado especial en más de 300 congresos internacionales realizados en diversos países del mundo.-

 

AM: Nosotros somos el inminente abono de la patria. Ellos, los niños, adolescentes, jóvenes, no son el futuro de la patria. Son la patria. La están construyendo. Son maravillosa patria. Cuando yo me paro frente a los adolescentes, no puedo mirarlos, porque quedo obnubilado de tanto ad-mirarlos. Y cuando los admiro y veo las cosas maravillosas como los dos millones de jóvenes en España para escuchar lo que Benedicto XVI les da como mensaje, sin ningún tumulto, sin desbordes, sin haberse drogado, entusiasmados por recibir el mensaje de un papa que ciertamente es respetado pero no se caracteriza por ser carismático como Juan Pablo II, haciendo sacrificios inmensos por estar 6 días. Cuando veo jóvenes participando en grupos, ya sea franja morada, club de leones o tantos otros…Cuando veo esa juventud maravillosa que no se quiere mostrar, cuando solo se quiere mostrar un ‘grupúsculo’ de jóvenes a la salida de un boliche, agarrándose a piñas entre ellos, y tratando de hacer creer que esa es toda la juventud, yo no puedo mirar a los jóvenes, mas bien quedo ciego por el brillo de la admiración, y me siento muy atraído por lo que admiro

 

GL: vamos a comenzar a hablar sobre esta tendencia a considerar el alcohol un detalle menor, como algo que ya está instalado. Culturalmente, ¿qué implicancias tiene esta especie de ‘aceptación’…o ‘claudicación’ respecto de la ingesta de alcohol en las personas?

 

AM: con el alcohol hay un problema comunicacional a veces, a diferencia de lo que la sociedad llama ‘droga’. La sociedad llama droga a la marihuana, cocaína, anfetamina, cualquier alucinógeno, y allí la tolerancia es “cero”. Es más fácil cuando uno dice “nada, nunca, a nadie”. En el alcohol hay edades en que no es dañino, en dosis moderada. En el alcohol, no es de ‘tolerancia cero’, salvo determinadas circunstancias. “Tomad y bebed, esta es mi Sangre” no es el canto de un narcotraficante. Es un mensaje dado a adultos –en esa Ultima Cena no había adolescentes, ni mujeres- (el alcohol distingue muy mucho a las mujeres. Si hay algo en lo que somos diferentes mujeres y varones es en nuestro manejo del alcohol). Y lo que los medios de comunicación difunden es “beba con moderación después de los 18” (que tampoco es una orden). Esto quiere decir que ‘se puede’ beber con moderación después de los 18 años. Entonces los chicos, por esta dificultad de comunicar este mensaje, porque el mensaje suena a ‘arruinar mi adolescencia’: “¿por qué puede chupar mi hermano que tiene 19 y no yo que tengo 16?” Y la respuesta que a veces reciben es “porque sos menor de edad”. No es así.

Primero: ‘chupar’ no puede nadie. Una cosa es ‘beber’, otra cosa es ‘chupar’. Cuando Noé bajó del arca lo primero que hizo fue plantar una vid, y también Cristo dijo que iba a extrañar el fruto de la vid, pero en la Última Cena, no le dio un cáliz a cada uno y les dijo ‘fondo blanco: chupemos todos’: fue pasando un cáliz, y tomen un sorbito cada uno. Por eso ¿cómo tenemos que comunicar?

El cuerpo, crece hasta los 18 años. La mente, crece hasta la muerte (o hasta el Alzeimer). Hasta los 18 crecen mis huesos, mi hígado, mis genitales, mis suprarrenales. Después los puedo entrenar para funcionar mas o menos pero no para seguir creciendo. Cuando yo pongo un cultivo de células en un frasco y lo tengo creciendo y quiero parar el crecimiento celular, le agrego alcohol, porque EL ALCOHOL ES UN VENENO PARA EL CRECIMIENTO CELULAR, de todo tipo de células, de todos los tejidos. El crecimiento celular requiere la activación de un gen en la membrana que se llama PCN2 –proliferación celular nuclear-. El alcohol bloquea ese receptor en la membrana del núcleo. Esa es la parte científica. ¿cuál es el mensaje que yo les doy?: En vez de decir “Prohibida la venta de alcohol a menores de 18”, digo “PROHIBIDO ARRUINAR EL CRECIMIENTO A NUESTROS MARAVILLOSOS ADOLESCENTES PORQUE MERECEN CRECER TODO LO POSIBLE” Suena distinto. Entonces, chicos ¡crezcan! ¡descubran la maravilla de su altura! A los 18, si querés crecer en altura, agregale taco al zapato. Antes de los 18, agrega crecimiento a tu cuerpo, pero el alcohol no te deja. Por eso, atrévete a crecer, y luego puedes empezar, si quieres, a ‘disfrutar’ con moderación del alcohol. Primero TERMINÁ DE CRECER, y después empezá a beber con moderación. ¿Por qué no dejás a tu hígado se un hígado superpotente, para que cuando comas un sándwich de milanesa y papa frita lo puedas digerir bárbaro? ¿por qué no dejas crecer a tus riñones para que cuando tengas que eliminar toxinas del cuerpo las puedas eliminar fluidamente? ¿por qué no dejas crecer a tus ojos en la maravilla de admirar lo que te rodea?

El mensaje “Prohibido la venta de alcohol a menores de 18” suena a una restricción sin sentido y genera una reacción.

Todas las civilizaciones mostraron varones alcoholizados, no mujeres. La mujer no se embriagaba. En la Ultima Cena no había mujeres: de ciencia, Cristo sabía ‘un fardo’. ¿por qué?

Los varones tenemos mucha agua en el cuerpo. Las mujeres tienen poco agua y mucha grasa (entre paréntesis y en broma, los varones somos puros, cristalinos, transparentes como el agua. También insípidos, ya sé. Ustedes, las mujeres, son ‘calentitas’, como la grasa, que se usa para calentar)

El alcohol es hidrosoluble, a diferencia de las drogas.

Supongamos que dos adultos –un varón y una mujer- toman a la noche un vaso cada uno del mismo vino, el alcohol que va a beber el varón, como es hidrosoluble, se va a ir al agua de mis suprarrenales, de mi riñón, de mis huesos, de mi piel, y solo un poquitín va a llegar al cerebro. En el caso de la mujer, que tiene poco agua, todo el alcohol de ese vaso se va a ir al cerebro. Ese alcohol hay que eliminarlo del cuerpo. Varones y mujeres sudamos igual, orinamos igual, exhalamos igual el vapor del aliento. Pero el hígado, ¡oh maravilla!, al alcohol –no a las drogas-, lo transforma primero en aldehído, después en vinagre y después en agua. El 90% del alcohol que hemos tomado, el hígado lo transforma en agua (otro paréntesis y en broma: en las bodas de Caná, Cristo puso el hígado en reversa: entró por agua y salió por vino.

El alcohol nace siendo un azúcar que fermenta sin oxígeno, y termina siendo agua. El cuerpo del varón tiene una capacidad. Pero la mujer dedica una parte de su ciclo a los estrógenos, la otra parte a la progesterona, y el hígado para el alcohol es poquito: le llega todo al cerebro y tarda en bajarlo. Por eso está más rápidamente ebria, ¡y le dura…un montón!. Y ¿por qué al cuerpo de la mujer le pasa esto? Porque tiene un destino maravilloso: ser mamá. Y el alcohol cruza la placenta, cruza al bebé desde que éste anida, porque es hidrosoluble. Desde el día 15 un bebé puede recibir alcohol cuando todavía el test le da negativo. Y ella, ‘la pendex’, pobrecita, está en el boliche, y chupó porque tiene 16, y está embarazada. Y tal vez no le hemos explicado que cuando está embarazada ‘ya no es una sino dos’. Y entonces, el alcohol llega al bebé y comienzan a aparecer daños en el bebé. Los varones podemos ser más ‘brutos’, en cambio la mujer no, por su destino maravilloso de ser madre y de amamantar. Por eso fue protegida en este sentido: ella, si va a beber, en seguida nota los efectos.

El problema es que hoy, las chicas, disfrutan de los efectos tóxicos. Antes, una chica ebria en la vereda era ‘un quemo’, hoy es “fashion”. Esta tolerancia social aumentada no hacia el alcohol sino hacia sus efectos tóxicos y dañinos, esto de ver como “fashion” lo que es “venenoso y tóxico”, esto de ver como “divino” lo que es verdaderamente “destructor” –que lo sabe hasta el más zonzo-, va generando en la sociedad una caída de los anticuerpos que tiene la sociedad frente a ciertas cosas, abre las tranqueras, y empiezan a producirse como habituales o normales, actitudes que no deberían serlo no por discriminar, prohibir, limitar, sino por cuidar mimar, proteger, es decir, ayudar a vivir en alegría. Cuando uno sale, tiene que salir a ‘pasarla bomba’, no ‘bombeado’. Tiene que salir a divertirse, no a destruirse.

Los chicos tienen que animarse a salir con una barra o con un amigo, y volver con una barra de amigos, no con una barra de bronce unida a un cajón de madera con los restos de un amigo que murió de una sobredosis, un coma alcohólico o de un accidente. Enseñarle a los chicos: TERMINA DE CRECER. Y luego BEBE HASTA LA ALEGRÍA, HASTA LA SONRISA, NO HASTA LA CARCAJADA O HASTA ‘VER DOBLE’. Enseñarle a las chicas –son cuestiones estéticas, ya lo sé, pero que hacen a la cuestión de la educación en el buen sentido “¡ESTÁS HERMOSA! ¿SABÍAS QUE EL ALCOHOL AUMENTA EL TEJIDO GRASO EN LA CINTURA? ¿Y SABÍAS QUE EL ALCOHOL TE VA A LLENAR EL TRASERO DE AGUJERITOS PORQUE VA A HACER CELULITIS?”

 

GL: Me quedo pensando cuánto daño hace moralizar el tema, como a veces lo hacemos, con prohibiciones. ¿No habrá a veces un ‘efecto rebote’ de transgresión, de apego a las adicciones justamente para contrarrestar esa moralina que le ponemos al alcohol o a las adicciones? En vez de empapar positivamente con una invitación hacia la vida, nos convertimos en inquisidores de pecados. ¡Qué lenguaje tan distinto! Esta reacción cultural de tolerancia es un rebote a una reacción moralizante que pone más el énfasis en la transgresión de una pauta, de una prohibición, que en el daño en el organismo, en la psiquis, en el preservar la vida que hacen las adicciones

 

AM: Incluso el que vende alcohol, siente que le están “prohibiendo un negocio”. Muchas veces la que le está vendiendo alcohol a los chicos es la dueña del almacén de la esquina que los vio crecer. A vos, querida amiga que atendés el almacen del barrio te digo. Cada vez que le vendés esa cerveza, ese fernet a chicos menores, le arruinaste el crecimiento, los hiciste quedar menos aptos para la vida futura, les cortaste la libertad de tener todas sus potencias. ¿querés hacer tu negocio? Hacelo. Pero estás envenenando, estás lastimando criaturas. ¡Danos una mano! ¡Veamos a esos chicos maravillosos! ¿Qué harías si yo fuera un papá de uno de estos chicos, y me paro frente a tu negocio y te digo: ‘yo te consideré una vecina, casi una amiga, y vos le arruinaste el crecimiento a mi hija para siempre. Le destruiste su proyecto. Yo tal vez no supe educarla, limitarla, cuidarla. Y vos porque le vendías algo que en esa edad era un veneno.’ No sé qué pasaría con los que venden si fuéramos capaces los padres de pedirles ‘por favor, déjalos crecer’ ¿quién se negaría pedido así?

 

            Lamentablemente, hay una predisposición genética, y hay genes asociados que se heredan. Hay familias que probando un poco de alcohol pasan del ‘probar’ al ‘abusar y depender’. Esto se da en familias porque hay genes asociados a esta debilidad. Hasta el momento conocemos 4 genes que se pueden heredar y generan esto. En este tipo de cosas NO PUEDEN BEBER NUNCA. No existe el “beber moderado” porque hay una debilidad genética. Doy un ejemplo: nosotros no prohibimos la venta de caramelos, pero si sos diabético no podés comer caramelos, porque no sintetizas insulina. Entonces no vamos a decir a todos los chicos ‘no coman caramelos’ sino ‘coman con moderación’. Ahora, si alguno sufre esa enfermedad, él no puede comerlos. Si existe en una familia la tendencia familiar demostrada de que probando un poco de alcohol no lo pueden controlar y pasan a una enfermedad, para los miembros de esa familia no existe el “beba con moderación”.

¿Qué se hace cuando uno tiene un enfermo de leucemia? Se lo lleva al médico oncólogo. ¿y qué tratamiento médico le van a aplicar? El que decida el equipo médico que investigó leucemia durante años. Si tengo un enfermo cardíaco ¿qué hago? Lo llevo a un cardiólogo ¿y qué tratamiento le van a dar? El que decida el equipo médico que para eso estudió e investigó. En otra familia, sus miembros tienen el colesterol ‘por las nubes’ por un problema genético. Allí tendrán que seleccionar qué comen.

¿y si tengo un enfermo que padece adicción al alcohol? Se lo lleva a los equipos de salud que trabajan el tema, para que evalúen qué tratamiento darle en ese caso concreto. Y no se les impone el tratamiento diciendo “acá lo traigo para que lo internen”. Mas bien digamos “acá lo traemos para que lo traten”. Pero una familia que llamamos ‘de riesgo’, es una familia que debe estar alerta, que tiene que educar desde temprana edad a sus miembros acerca de que el alcohol, en esa familia, es un riesgo especial. Para esa familia, alcohol ‘tolerancia cero’, porque les tocó, en esta lotería que  nos hace maravillosamente diversos, esa predisposición genética.

 

Participan los oyentes

          ¿cómo afecta el alcohol a un niño que durante el embarazo su madre ‘lo envenenó’ emborrachandose?

AM: A veces la mamá lo ha hecho sin saber. A veces, si es que queremos buscar culpables, ‘la culpa es mía, que siendo un profesional que investigó sobre el tema’ no eduqué más . A veces sabiendo, lo hacen.

            Como dijimos al comienzo, el alcohol es hidrosoluble y atraviesa la placenta desde el día que el bebé anida. Hasta el tercer mes, se llama embrión porque está formándose. Todo lo que le llega a un bebé en el periodo en el que está formándose, puede producir mal-formaciones si es dañino. El alcohol llega y produce algunas malformaciones: los ojitos muy separados, etc. Pero yo no quiero hacer una descripción del terror. Terminado el tercer mes, el embrión está totalmente formado y uno puede ver un hombrecito completo. Ahora ya está todo formado y comienza a crecer. A partir de este período el alcohol ya no puede mal-formarlo, pero sí puede lastimarlo en su hígado, en su cerebro, en su capacidad mental, en su desarrollo, en su peso, en algunas lesiones cardíacas. Y entonces el bebé nace con lo que llamamos “síndrome alcohólico fetal”: un lastimado que antes casi no veíamos y que ahora lamentablemente vemos mucho, porque las mujercitas se largan al alcohol, y a veces es porque no supimos transmitirles.

            Un llamado extra: cuando vos sos mujercita y están en el vientre de tu mamá, formas todos los óvulos, y sales con el millón de óvulos del vientre de tu mamá. Es decir: ya sales con todos tus futuros hijos. A partir de la pubertad comienzas a largar un óvulo por mes esperando que un espermatozoide llegue para que se forme un bebé. Pero todos los óvulos están en todas las mujeres desde el período fetal, y el alcohol lo hizo óvulo tóxico. Los varones en cambio no tiene todos los espermatozoides y los van formando después, digamos, ‘a demanda’. Cuando una mujercita embarazada bebe alcohol y tiene ‘una’ bebé adentro, no daña solo a su hija: también está dañando a sus futuros nietos. Cuando una mujercita embarazada tiene “un” bebé en su seno, está envenenando a su hijo pero no a sus nietos. Enamorarnos de nuestros futuros hijos y de nuestros futuros nietos aún antes de tenerlos es un proyecto para trabajar en prevención del consumo intrauterino.

            A vos, mujercita embarazada: imagina que te estoy dibujando en un pizarrón y te pongo una botella en la boca y un bebé en el vientre. Donde está dibujada la botella escribo “bebes”, y donde está el vientre pongo “bebés”. Tenés que elegir: o “bebes”, o “bebés”. No te dije elegir entre “bebes” Y “bebés”. Ya te estoy viendo: abrazas tu vientre, acariciando tu ombligo, sonriendo: ¡elegiste de lujo!

 

          Bebí mucho durante mis embarazos ¿puedo haber dañado a uno de mis mellizos, con trastornos de conducta?

AM: Lamentablemente sí. Puede haber trastornos de conducta, puede haber distintas manifestaciones, puede haber síndrome de mala atención con hiperactividad –que es una conducta pre-adictiva-. Pero no es para que te sientas culpable: no puedes tener culpa de lo que no sabías. Ahora, a tus hijos tienes que cuidarlos mucho hacia el futuro porque ya hay una labilidad en ellos, en el sector adictivo del cerebro: se han acostumbrado a productos adictivos desde que se estaban desarrollando. No sería bueno que estos chicos ‘prueben’, porque al ‘probar’ es muy probable que se gatillen ellos un mecanismo de compensación de algo que está un poquito descompensado, pero saturándolos de amor van a andar muy bien. La medicina está avanzando a gran velocidad en el tratamiento de una serie de lesiones.

 

GL: me gustaría que abordemos un poquito otras sustancias adictivas, las que conocemos como ‘drogas’. Especialmente la marihuana en este momento está siendo reconsiderada por algunos sectores como una sustancia no del todo peligrosa, incluso algunas voces científicas comparan la marihuana con las drogas ‘permitidas’ como las drogas de los ansiolíticos, de los antidepresivos, etc, y dicen que hay en el medio como una cuestión industrial, como de laboratorio, de intereses, puesto que en definitiva hasta podrían ser más tóxicas esas sustancias permitidas que la misma marihuana cultivada en casa.

 

AM: Acá el problema es que todos tienen razón, porque están viendo desde distintos ángulos. Acá lo que hace falta es que nos sentemos a pensar que la persona no es un ‘hígado con patas’, ni ‘un pulmón con patas’, ni un páncreas con patas’ ni un ‘adiposito con patas’, ni una ‘corteza cerebral con patas’. Yo adoro mi hígado, mi pulmón, mi páncreas, mis suprarrenales, mi cerebro, mis testículos, y necesito todo mi cuerpo. Esta discusión de cuál es peor, es una discusión de ‘pasiones’, no de ‘razones’. ¿Cuál es peor para el hígado: el alcohol o la marihuana? ¡El alcohol! ¡Produce sirrosis! Ah! Entonces es peor el alcohol! Espera: el alcohol es peor para el hígado. ¿Cuál es peor para el pulmón, el cigarrillo o la marihuana? El que fuma cigarrillos fuma 40 por día y tal vez el que fuma porro fuma uno por día. Entonces es peor el cigarrillo. En concreto ¿qué es peor: tabaco o alcohol? Depende qué elijas: pulmón o hígado. ¿Qué es peor? Depende del órgano. Pero el ser humano no es una sumatoria de órganos puesta en una bolsa. Es una unidad. Y esa unidad tiene que funcionar en equilibrio.

En ciencia, no tenemos ninguna duda que hay que cambiarle de nombre. Cuando yo digo marihuana la gente se imagina un hippie fumando un porro. Tal vez a la marihuana actual, que es otro rinde, que es otra composición venenosa, la tengamos que llamar ‘zuquirinichi’, ‘pichicuchi’, para que nadie diga: ¡sigan con aquellas versiones de otro siglo! Y podamos ubicarnos que el ‘pichicuchi’ –que sería el porro actual por darle un nombre nuevo-, es una sustancia muy tóxica, muy venenosa, con venenos que actúan en otros lugares que no necesitan ser los mismos que los que actúa una benzodiacepina. Entonces: esto es como elegir: con qué me enveneno hoy? ¿con cianuro? ¿o me hago morder con la yarará? ¡y yo prefiero con ninguno!

No conocemos hoy veneno más poderoso para lo que se llama ‘hipocampo’ en el cerebro (quinto lóbulo temporal donde reside la memoria reciente que después pasamos ‘a los archivos’) que la marihuana. Hasta el año 2006 esto no era sabido.

 

 

Empezaron los problemas, se engancho a la pena, se aferro a la soledad
ya no mira las estrellas , mira sus ojeras, cansada de pelear.

Olvidándose de todo busca algún modo de encontrar su libertad
el cerrojo que le aprieta, le pone cadenas y nunca descansa en paz
y tu dignidad se ha quedado esperando a que vuelvas

Que nadie calle tu verdad, que nadie te ahogue el corazón
que nadie te haga mas llorar hundiéndote en silencio
que nadie te obligue a morir cortando tu alas al volar
que vuelvan tus ganas de vivir

En el túnel del espanto todo se hace largo ¿cuando se iluminará?
amarrado a su destino va sin ser testigo de tu lento caminar
Tienen hambre sus latidos, pero son sumisos y suenan a su compas
la alegría traicionera le cierra la puerta o se sienta en su sofá
y tu dignidad se ha quedado esperando a que vuelva

 

Que nadie calle tu verdad, que nadie te ahogue el corazón
que nadie te haga mas llorar hundiéndote en silencio
que nadie te obligue a morir cortando tu alas al volar
que vuelvan tus ganas de vivir

Hay un grupo de virus formados por tres familias: unos son los virus lentos: desde que entran al cuerpo, te infectan, hasta que te dañan, pasan muchos años. Esos son los virus de sida: HIV 1, HIV 2. Otros son virus que afectan el sistema nervioso o producen cáncer. Los llamamos los virus que producen cáncer: oncornabilidad. Dentro de estos están los virus que afectan los linfocitos T del humano (HTLV I, y HTLV II). Del primero, hay dos variedades: uno produce la leucemia linfoma T del adulto. El otro es neuro tropo: daña el sistema nervioso, pero no produce leucemia. La manifestación más común de este virus es que las dos piernitas quedan espásticas, duras, semi paralizadas. El HTLV I se transmite de personas a personas por penetraciones sexuales y donando sangre. En este momento hay una serie de medicamentos para que el virus no siga avanzando. A la persona dañada por este virus, el daño que ya tiene, lo tiene: puede caminar pero con las piernas duras, tiene un síndrome piramidal, etc. Pero hoy la ciencia puede hacer que no avance.

 

          Por qué los adolescentes piensan que la marihuana no es nociva?

AM: Los chicos reciben mucha información, entran a internet y entran de una manera que no es la adecuada. Ellos entran por la palabra. Si entran por la palabra “marihuana” van a encontrar un millón de informaciones, entre las cuales algunas la muestran casi como ‘simpática’, pero si entran a la revista de neurología, neurociencia, inmunología, alteraciones inmunológicas, va a encontrar información de los que investigan. Lo que pasa es que el 80% de la información trata de mostrarla como era en la década del 60: como aquella cosa casi inocente, progre y cultural. No hay que enojarse con los chicos. Hay que seguir debatiendo, construyendo juntos, no enfrentando sino confrontando: mirándonos de frente y así nos enriqueceremos ambos. Hay que seguir buscando información para mostrarles que: es tóxica, daña, pero tampoco mostrar en exceso que si fuma un porro se va a pasar la vida internado.

GL: lo bueno de hablar con vos, es que insistís en que hay que adherir a la verdad, que tanta falta nos hace, porque a veces se mezclan mucho las pasiones, los fanatismos, y las visiones y confrontaciones ideológicas.

            Hay en este momento manifestaciones en muchos lugares en pos de que se despenalice el consumo de marihuana para que se consuma bajo prescripción médica con los respectivos testimonios acerca de lo que la marihuana habría hecho a favor de la depresión, a favor de la fibromialgia y a favor de las enfermedades reumatoideas y el glaucoma.

 

AM: así es. Lo que pasa es que esto es cuestión de pasiones extremas. La planta, el cáñamo, tiene aproximadamente 390 productos químicos, algunos de los cuales tienen un uso médico maravilloso. Entonces: no fumarse un porro con los 390, porque ahí vienen los buenos y los malos. Pero hay productos de la planta que extraídos y puestos en comprimidos, jarabes, gotas, inyectables, colirio, son maravillosos. Para tratar la hipertensión ocular –un uso que le daban los antiguos en la India para lo que hoy llamamos glaucoma- se usaba un extracto de marihuana, de cáñamo. Pero la diferencia que para curarse el glaucoma no hay que salir a fumarse un porro. Lo mismo sucede con el tabaco: tiene 3300 componentes. Tiene uno que es adictivo que es la nicotina. Al fumador, para que no consuma todos los venenos del tabaco le damos parche de niclotina, chicle. Lo hemos sacado de la planta.

Hay que aclarar que nadie está preso por consumir salvo por un error de un juez, que no hay que despenalizar lo que no está penalizado. Es como querer despenalizar respirar. Una cosa es ‘legalizar la venta’, otra es ‘despenalizar el consumo’. La ley nacional no prevé que la persona que consume esté presa. Lo que la ley prohíbe es la venta y la tenencia para venta. Cuando una persona es encontrada ‘teniendo’ es llevada ante el juez para que investigue. Si tiene poco y es para su consumo queda libre. Si tiene poco y no consume, es para vender. Y si tiene mucho, va preso. La tenencia es investigable, la venta es punible y el consumo debería ser tratable.

Hay que salir de las pasiones y ponernos a hablar de las razones, y entonces vamos a encontrar que un montón de personas de buena fe están diciendo cosas que parecen contrapuestas y están diciendo lo mismo. Están diciendo ‘pongamos sensatez’, ‘pongamos raciocinio, buenas ondas’. Si lo está diciendo de buena fe, veamos dónde está el punto de equilibrio para encontrar el camino adecuado.

En muchas plantas hay muchos componentes nocivos y muchos componentes útiles. Saber separar los útiles para aprovecharlos y los venenosos para desecharlos, hace a la sabiduría. ¡Pongámonos sabios!

 

          Soy docente en 7° año y estamos en un programa de prevención de adicciones, cuya finalidad es darles a los chicos herramientas para que sepan decidir bien sobre su salud y su vida.

 

          Soy drogadicta porque tengo problemas de salud, artritis reumatoidea, y tomo mucha medicación.

AM: Yo no usaría una palabra como esa: drogadicta. No existen los drogadictos. No existen los paralíticos. No existen los tuberculosos. No existen los sifilíticos. Existe maría, existe Juan, existe Alfredo, existe Teresa. Teresa sufre de sífilis, Alfredo padece de tuberculosis. No hay drogadictos. Hay enfermos que sufren de adicción a sustancias, a drogas. Usted no sufre de adicción. Si bien los corticoides son un poco adictivos porque son euforizantes, usted tiene una enfermedad inmunológica, una artritis reumatoidea, y está medicada con medicamentos inmunodepresores que si están en dosis adecuada –y estoy seguro que sí- producen efectos beneficiosos y también efectos dañinos, como todo. Pero ud. está necesitando esos remedios a pesar de los efectos tóxicos que tienen. Yo no sé su nombre, pero le voy a inventar uno: Maravilla. Yo no podría entrar a la casa de alguien y decirle “señora, ¿cómo anda su hijo, el sidótico? ¿y el paralítico anda mejor? ¿y el drogadicto?” esto sería ofender, lastimar, herir más que la propia enfermedad. Cuando yo entro a una casa y digo: “señora ¿cómo está evolucionando su hijo, el chiquito que sufre de tuberculosis?” Es distinto.

 

          ¿Cómo ayudar a esos contingentes de estudiantes que se van de viaje de egresados y no son controlados en cuanto a la bebida alcohólica?

AM: Es cuestión de que sean acompañados por un grupo de ‘padres piolas’, que sin querer hacerse los ‘pendex’ ocupen su lugar de adultos. Cuando está el vigilante en la esquina, aunque solo tenga su silbato, ejerce una función preventiva. Yo no hablo de vigilancia

, que significa desconfianza. Hablo de vigilia: estar atentos aún dormidos. Estar despiertos aún soñando. Y si algún chico le pasa algo, con mucho cariño ayudarlo en vez de estar pensando cómo lo condeno

 

          Me siento culpable de no haber sabido poner límites y no haberme podido comunicar nunca con mi hijo. Hoy ya tiene 30 años, está sin trabajo, con problemas de alcohol. Lo amamos muchísimos pero no sabemos cómo expresárselo, y eso me atormenta. El se cierra. Yo soy cobarde y no sé qué hacer.

AM: Es una situación muy personal, y lo que yo le pueda decir por los medios podría hacerla llorar más. Ventilar por los medios sería faltar al secreto de la profesión. Pero, vaya y dígale que lo ama. La va a sacar corriendo. No se haga problema. El mensaje llegó. Y vuelva a decírselo: “no tenés idea, hijo, de cuánto te amo. Y soy tu mamá, y estás parado al lado de un abismo. Vos sabés que el alcohol en exceso es un abismo. No me podés pedir que yo aplauda mientras te veo tirarte. Vos me podés pedir algo muy fácil. Pedime que deje de respirar, yo la vida por vos la doy. Pero no me pidas un imposible: no me pidas que deje de amarte. Y amarte es cuidarte, abrazarte para que no te tires. Yo sé que te enoja cada vez que te digo que no chupes, que vayas a médicos que te ayuden. Bueno: seguí enojándote, porque, te quiero.”

 

          No tuve posibilidad de elección y estuve medicada con medicamentos psiquiátricos durante todo mi último embarazo con todos los miedos que eso conlleva. Mi hijo nació neurológicamente deprimido por unas horas. Ahora es un bebé de dos años, feliz.

AM: Sabemos los riesgos de algunos medicamentos durante el embarazo, pero sabemos la necesidad de usarlos. Ud. ha estado ‘medicada’, no ‘auto-medicada’. Deje de cargar esa sensación de culpa. Su bebé, me atrevo a apostarle, va a andar bárbaro. Sí: es un riesgo calculado cuando se dan medicamentos durante el embarazo, pero hay medicamentos que hay que dar. Hay dos personas y las dos merecen nuestro amor y nuestro cuidado.

 

          El alcohol ¿afecta el esperma?

AM: Supongamos que yo me chupo, llego a la casa y me doy cuenta que el ventilador estaba quieto y el techo daba vuelta. Lograr una erección es cosa casi imposible estando alcoholizado-. Pequeñas cantidades de alcohol aumentan la libido, el deseo y aumentan la potencia (la performance). Grandes cantidades de alcohol, inhiben todo. Suponiendo que igual lograra una erección, en ese momento los espermatozoides están nadando en alcohol. Más que producir una malformación, lo que pueden producir es nada, o producir un embarazo incompleto que al día 15 aborte espontáneamente, no pueda seguir su evolución por falta de unas enzimas necesarias para terminar de introducir el núcleo.

            Y ya que estamos, quiero contarles a las mujeres que somos distintos hasta para hacer un bebé. Cuando el esperma llega al óvulo, el varón solo aporta la mitad de los genes del núcleo, y la mujer, envidiable mujer, aporta la otra mitad de los genes del núcleo y la totalidad de los genes mitocondriales. Nuestro hijo, ni en el momento de la concepción recibe lo mismo de papá y mamá. Mamá siempre pone más.

 

GL: algunos dicen que el machismo es una venganza por la envidia de la potencia de la fecundidad de la mujer.

 

AM: es hermoso ser varón como es hermoso ser mujer. Solo estoy tratando de rescatar que LA MUJER ¡TIENE TANTAS COSAS BELLAS PARA DAR! ¿POR QUÉ LAS VA A ARRUINAR CHUPANDO?

 

GL: la palabra más dicha por el doctor Miroli en esta entrevista, es MARAVILLA. Y creo que esto es lo más hermoso que pudimos aprender hoy: en lugar de usar un lenguaje de pronósticos atroces, de alarma, de prohibiciones, de retos y cosas por el estilo, una persona que trabaja en prevención de adicciones, usa este lenguaje positivo, enamorado, sorprendido, deslumbrante…Quizá sea fruto de estar en contacto con esa maravillosa naturaleza creada que es nuestro organismo. ¡qué maravilla que los que previenen usen tanto este lenguaje!

 

AM: Yo doy charlas de prevención tanto para padres como para chicos, pero por separado. Como papás y mamás, tenemos aciertos y errores, y no me gustaría que un chico asistiendo a las charlas para papás, descubra en su papá un error, y luego a la noche en la cena ‘le pase la factura’. Lo que yo quiero a través de las charlas es fortalecer el diálogo, no quebrarlo. Quiero enriquecer la lumbre, no apagarla. Y el hogar se nutre de lumbre y de diálogo

 

Maravilloso corazón, maravilloso
mi compañero en los caminos de la vida
siempre a mi lado en esas horas de tristeza
siempre conmigo en los momentos de alegría.
maravilloso corazón, maravilloso
yo te agradezco tu amistad, tu compañía
por ser mi amigo en el dolor,
mi confidente en el amor,
quiero decirte que sin tí no sé que haría.
Maravilloso corazón, maravilloso
cuantas locuras y aventuras compartimos,
cuantos recuerdos imborrables nos quedaron
de los amores y pasiones que vivimos.
Maravilloso corazón, maravilloso
soy tan feliz cuando yo siento tus latidos
por que la vida tu me das
y cuando pido mucho más
tu estás conmigo por que soy tu consentido.
Maravilloso corazón, maravilloso
no dejes nunca de soñar yo te lo pido
ni dejes nunca de sentir las emociones
mil emociones que los dos hemos sentido
Maravilloso corazón, maravilloso
eres la llama que se anida aquí en mi pecho
para que siempre exista amor,
para llevarlo a donde voy
te doy las gracias por lo bien
que tu lo has hecho.
Maravilloso corazón, maravilloso…

 

Raphael