Los problemas del consumo y la exportación de carne vacuna en Argentina

viernes, 11 de junio de 2021
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11/06/2021 – En el pasado mes de mayo, el Gobierno Nacional prohibió la exportación de carne durante un mes. El anuncio, sorpresivo, fue realizado mediante una escueta nota e incendió el ánimo de los ganaderos.

La idea del gobierno fue frenar el aumento del precio de la carne vacuna, tótem alimentario nacional, y moderar la inflación, ya en el 47,2% interanual.

En ese entonces, los productores afirmaron que el cese de exportaciones dañaría gravemente al sector y disminuiría aún más el ingreso de divisas. Como primera medida de protesta, los ganaderos acordaron frenar la comercialización de carne durante una semana.

Lo cierto es que, la carne acumula en doce meses subas de casi el 65 por ciento, por encima del promedio general del IPC.

La carne constituye un segmento importante de las exportaciones argentinas. En 2020 supuso ingresos por 3.126 millones de dólares, frente a los 14.000 aportados por la exportación estelar, la soja. La carne de vacuno representa aproximadamente un 10% del comercio exterior.

El principal cliente de la carne argentina es China, que compra con preferencia lo que los productores llaman “sobrante”: partes de muy baja calidad, destinadas al procesamiento industrial. También se venden en Europa las piezas más refinadas y caras. Lo que los argentinos llaman “asado” es un intermedio.

Sobre este conflicto y la postura del gobierno y de los productores dialogamos, en primera instancia, con David Miazzo, economista y presidente de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina.

También estuvimos en contacto con Alberto Williams, presidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías.