26/03/2022 – Para conocer y gustar las virtudes de María reflexionamos junto a Angélica Diez sobre: “María, Madre de la Vida”.
El “sí” de María al proyecto de Dios la constituye en Madre de la Vida. Ella acoge al Verbo que se hace carne en sus entrañas virginales y acepta con confianza cuidarlo. Así, acepta convertirse en madre del Hijo de Dios y se realiza en ella el encuentro de Dios con el hombre, y del hombre con Dios; ella es por tanto: ¡Madre de la Vida!
¡Dando gracias a Dios padre Creador por esta elección de pensarla como la madre de su Hijo Jesús! Dar gracias, al mismo tiempo por su SI, por esa aceptación voluntaria desde la escucha, de creer y asociarse con plena y total donación de sí misma al plan de Dios, totalmente dispuesta a aceptar el gozo y el dolor que fueran necesarios para llevar a Cristo al mundo que lo esperaba.
A apreciar la vida como don; a estar abiertos a “los susurros del Espíritu” a través de la oración; a cultivar el silencio en el corazón, para comprometernos a escuchar y aceptar interiormente, y con paz, todo lo que Dios quiere y espera de nosotros.
Ante el don de la vida seamos nosotros voz de los sin voz, como decía San Juan Pablo II en la Carta Encíclica Evangelium Vitae (105):
“María, aurora del mundo nuevo, Madre de los vivientes, a Ti confiamos la causa de la vida: mira, Madre, el número inmenso de niños a quienes se impide nacer…”.
¿Lo intentamos juntos mirando a María, “Madre de la Vida”?
Podés escuchar la reflexión completa en el audio que acompaña esta nota.
Angélica Diez, misionera de la Inmaculada Padre Kolbe.