10/10/2017 – El Cardenal Héctor Villalba confió en que “el camino episcopal que iniciará Monseñor Carlos Sánchez este viernes servirá para renovar el ardor misionero en la Arquidiócesis de Tucumán”. En diálogo con Nestor Rocchiccioli, el Administrador Diocesano de Tucumán aseguró que con este nuevo procesos “los tucumanos vamos a vivir una Iglesia en salida permanente, como nos pide el Papa Francisco”. Asimismo, definió el nuevo obispo como “un sacerdote muy apostólico, misionero y muy cercano a la gente y también a sus hermanos en el presbiterio. Creo que Monseñor Sánchez va a hacer un gran trabajo pastoral”.
Toda la actividad prevista para este viernes en torno a la ordenación episcopal de Monseñor Carlos Sánchez en San Miguel de Tucumán se iniciará a las 18,30 horas con una procesión que partirá desde la Parroquia Nuestra Señora de Fátima hasta el estadio de Atlético, donde se desarrollará la misa, que será celebrada por el Cardenal Villalba, concelebrando con el Nuncio Apostólico, Monseñor Emil Paul Tscherrig, y una veintena de obispos de todo el país. A las 19 horas llegará al estadio de Atlético Tucumán la procesión de la Virgen de Fátima y a las 19,30 horas la imagen de la patrona de Tucumán, Nuestra Señora de La Merced. Se estima una concurrencia de entre 16.000 y 20.000 fieles. Desde las 20 horas, Radio María Argentina transmitirá en vivo la ordenación episcopal y toma de posesión de Monseñor Sánchez.
“En Tucumán estamos rezando mucho para este inicio de camino pastoral. Gracias a Dios el nombramiento del Padre Carlos fue muy bien recibido por el pueblo tucumano”, indicó el Cardenal Villalba. El purpurado reconoció además que ya se ha aquerenciado a Tucumán: “Vivo aquí con una hermana que también se vino de Buenos Aires y traje los restos mortales de mis padres. Decidí quedarme a vivir definitivamente en San Miguel de Tucumán”.
Por otra parte, el Cardenal Villalba sostuvo que “esta provincia está muy empobrecida. Falta trabajo auténtico, genuino, las personas viven de un subsidio o de algo que le dan. Hay mucho trabajo en negro. Todo este panorama hacen que la pobreza y la indigencia en Tucumán sean muy grandes. La droga también está haciendo mucho daño, especialmente a los jóvenes, pero la Iglesia tucumana está trabajando muy bien en esto con una Fazenda y un Hogar de Cristo. Yo sueño con que, en algún momento, esto comience a revertirse”.
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