17/03/2020 – Continuamos en este espacio con el tema del desierto en nuestra vida.
El psicólogo Rubén Castro inició con un oración-reflexión de monseñor Melitón Chavez:
“Mientras todos buscan ascender, porque esa es la tendencia de la vida, mientras la carrera a veces se hace despiadada porque.. naturalmente nadie quiere perder. Hay alguien que eligió –por amor- caer en la tierra y morir.
Sólo por Amor se puede elegir caer en la tierra y morir. El amor ha elegido libremente ese camino por mí. por nosotros, por los otros, por todos.
“El que quiera servirme que me siga”, hasta el fin, hasta dar la vida como Yo.
Hazme comprender que no hay otro modo de vivir cabalmente que no sea vivir muriendo, bajando, todos los días, por Amor.
¿Hasta dónde? El fondo sólo tú lo conoces. Yo sólo quiero ser tu discípulo, sirviéndote, siguiéndote, dando la vida como la semilla. En silencio, a veces en la oscuridad.
Dando la vida por aquellos que cayeron, sin saber por qué, y no se pueden levantar.. Son tantos..
Quiero ser discípulo tuyo. Sólo espero –humildemente- ser honrado por mi Padre. Amén”
“Somos hijos predilectos de Dios- señaló el licenciado Castro- pero como hijos vivimos en la finitud de la condición humana, un lugar que nos hace imperfectibles”.
El especialista invitó a adentrarnos en nosotros mismos y revisar nuestros propios sentimientos, actitudes, pensamientos y comportamientos:
“A veces nos duele pensar que estamos en un desierto. ..¿Me puedo conectar con mis necesidades? ¿Las conozco?”
“Sigamos pensando en armar un espacio donde nosotros nos podamos encontrar con nosotros mismos, con nuestros pensamientos y sentimientos, en esa bendita conciencia que nos ha dado Dios, donde nos deja que libremente nos pensemos, lo pensemos y lo dejemos que nos piense”, invitó el psicólogo.
El logoterapeuta señaló que “más de una vez es imposible la modificación de las circunstancias y ¿que vamos a hacer si no las podemos modificar? ¿Moriremos en eso? Sería bueno darnos un respiro y buscar otras posibilidades que nos lleven a un cambio”.
“No hay nada como volver a un lugar que parece no haber cambiado para descubrir en qué cosas has cambiado tú mismo”, afirmó.
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