23/04/2021 – Todos los seres humanos poseemos el espíritu de superación ante la adversidad, aunque en los momentos difíciles no aparezca siempre como primera opción. La confianza, el valor, la resiliencia, la templanza y la persistencia son recursos que están disponibles, si sabemos activarlos. A veces, ante los obstáculos de la vida, bajamos los brazos, nos rendimos. En esencia, el rendirse significa abandonar eso por lo que has venido trabajando tanto. Has dejado horas y hasta años de esfuerzo sostenido, sueños, metas y energía, y estás a punto de dejarte caer porque las cosas no se dan como pensabas. ¿Cómo hacemos para levantarnos después de darnos por vencidos? ; ¿Qué herramientas tenemos para no dejarnos caer? Adriana Guraieb nos ayuda a encontrar esta respuesta en el programa “Hoy puede ser”.
El termino bajar los brazos es sinónimo de claudicar, rendirse, renunciar; ante una enfermedad, ante ciertos vínculos, ante una presión concreta o ante una limitación personal. A veces bajar los brazos es algo positivo ante lo irremediable, ante lo inmodificable. Por ejemplo: si no consigo el trabajo que quería, no es positivo seguir insistiendo en lo mismo; tengo que salir a buscar a otro lado. Si estoy con una persona que me hace daño, aceptar que hay que desvincularse. Estas claudicaciones son positivas si me llevan a intentarlo de nuevo; si me estancan en el mismo lugar, si sigo insistiendo en la perdida, no me llevará a ningún lado.
Modelo identificativo
“Los que claudican fácilmente , generalmente, han tenido padres agobiados, padres tristes, padres pesimistas, desconfiados, negativos; ante esto la criatura se encierra en si misma y lamentablemente se va configurando una matriz negativa, miedosa, desconfiada, pesimista. Por eso es tan importante el concepto de la educación en casa y ver como conservamos la armonía en el hogar.”
¿Qué puedo hacer si ya he caído?
“Aquí viene muy bien el concepto de resiliencia. Desde el fondo, aceptar y avanzar. Porque si una persona se rinde fácilmente en los diferentes ámbitos de su vida, puede estar mas cerca de la depresión. Hay que aprender de la experiencia y no permitirse la victimización y el aislamiento”. El fracaso encierra una gran oportunidad de aprendizaje, si sabes verla y capitalizarla a tu favor. Más allá de la frustración, decepción y desazón anímica por no haberlo alcanzado esta vez, es importante enfocarse en el proceso, y no sólo medir todo en relación con el resultado final.
Rendirse tiene dos acepciones
Las dos opciones: la de abandonarlo todo, y la de entregarte al proceso natural de las cosas, sin forzarlas; con paciencia, aceptación y flexibilidad. Son dos puntos de vista de una misma palabra, que producirá resultados totalmente opuestos.
No te pierdas de escuchar la entrevista completa en la barra de audio debajo del título.
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar | Incrustar
Suscríbete: RSS