15/01/2021 – Ayer el Gobierno hizo un acto para celebrar la promulgación de la ley que legaliza el aborto, la eliminación de vida humana inocente, sin restricción de ningún tipo hasta la semana 14 inclusive de embarazo, y hasta instantes antes del parto si la mujer que está por dar a luz argumenta que fue víctima de violación o que el embarazo afecta su salud.
Eso no sólo significa que se van a eliminar miles de niñas y niños por nacer con el amparo y la promoción del Estado, sino, también, que en esta triunfante carrera de la ideología que promueve la cultura del descarte y de la exclusión de los no queridos, de los no deseados, habrá una fuerte presión sobre todo aquel que se anime a rechazar esta ley.
Claro, porque se trata de una ley inicua, que promueve la eliminación de vida humana, que atenta contra el principal derecho humano que es el derecho a vivir, y sobre todos los médicos, los y las integrantes de los equipos de salud que no quieran hacer abortos, van a sufrir presiones de todo tipo, incluso legales. Y lo mismo sufrirán los docentes, los profesores y hasta los padres de familia que no quieran colaborar con la aplicación de esta ley o que la cuestionen.
Por eso es central hablar de la objeción de conciencia, del derecho humano básico y fundamental que uno tiene de negarse a aceptar algo que va contra su conciencia.
En el programa “Diálogos de Actualidad” nos contactamos con el abogado Elías Badalassi, quien viene trabajando en esto desde hace mucho tiempo, porque tiene un fuerte compromiso con la defensa de toda vida, y con la defensa de los derechos humanos.
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