El buen padre dice Sí cuando es Sí y No cuando es No… El padre bueno sólo sabe decir sí… El padre bueno hace de su niño un pequeño Dios que acaba en un pequeño demonio… El buen padre no hace ídolos… vive la presencia del Único Dios.
El padre bueno encoge la imaginación del hijo con juguetes del bazar, el buen padre echa a volar la fantasía del hijo dejándole crear un aeroplano con dos maderas viejas…
El padre bueno ayuda la voluntad del hijo ahorrándole esfuerzos y responsabilidades… el buen padre templa el carácter de su hijo llevándolo por el camino del trabajo y del esfuerzo.
Y así, el padre bueno llega a viejo decepcionado y tardíamente arrepentido… mientras que el buen padre crece en años respetado, querido y es, a la larga, comprendido.