Pedro: principio y fundamento, perpetuo y visible, de la unidad de fe y de comunión

jueves, 14 de octubre de 2021
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14/10/2021 – Continuamos esta semana adentrándonos en el la Constitución Lumen Gentium, del Concilio Vaticano II, junto al padre Javier Soteras en nuestro ciclo semanal  “Enseñanzas desde el Magisterio de la Iglesia”.

Hemos abordado en programas anteriores el Capítulo 1 (“El Misterio de la Iglesia”) y el Capítulo 2  (“El Pueblo de Dios”).

En esta oportunidad, comenzamos a desandar el Capítulo 3 titulado “Constitución Jerárquica de la Iglesia, y particularmente el Episcopado” donde a partir el punto número 18 leemos:

“Para apacentar el Pueblo de Dios y acrecentarlo siempre, Cristo Señor instituyó en su Iglesia diversos ministerios, ordenados al bien de todo el Cuerpo. Los ministros que poseen la potestad están al servicio de sus hermanos, a fin de que todos cuantos pertenecen al Pueblo de Dios y gozan, por tanto, de la verdadera dignidad cristiana, tendiendo libre y ordenadamente a un mismo fin, alcancen la salvación. Este santo Sínodo, siguiendo las huellas del Concilio Vaticano I, enseña y declara con él que Jesucristo, Pastor eterno, edificó la Iglesia enviando a sus Apóstoles lo mismo que El fue enviado por el Padre (cf. Jn 20,21), y quiso que los sucesores de aquéllos, los Obispos, fuesen los pastores en su Iglesia hasta la consumación de los siglos. Pero para que el mismo Episcopado fuese uno solo e indiviso, puso al frente de los demás Apóstoles al bienaventurado Pedro e instituyó en la persona del mismo el principio y fundamento, perpetuo y visible, de la unidad de fe y de comunión“.

“Esta doctrina sobre la institución, perpetuidad, poder y razón de ser del sacro primado del Romano Pontífice y de su magisterio infalible, el santo Concilio la propone nuevamente como objeto de fe inconmovible a todos los fieles, y, prosiguiendo dentro de la misma línea, se propone, ante la faz de todos, profesar y declarar la doctrina acerca de los Obispos, sucesores de los Apóstoles, los cuales, junto con el sucesor de Pedro, Vicario de Cristo y Cabeza visible de toda la Iglesia, rigen la casa del Dios vivo“.

Al respecto el Director de Radio María señaló que “por un lado, este Pueblo tiene que seguir creciendo y se lo debe acompañar de manera vital; ésta es la razón por la cual hay que organizarlo”. A su vez, el padre Javier expresó que, cuando se habla de potestad, se hace referencia a la potestad de gobierno, de santificación y de enseñanza: “Hay una triple potestad: la enseñanza, la santificación y la gobernación del Pueblo”, aclaró.

El Concilio insiste en la apostolicidad que hace referencia a la delegación que realiza el Padre a la persona de Jesús y él en los apóstoles del testimonio de la construcción del orden nuevo que Dios ha pensado para el mundo.

En este sentido el padre Javier expresó: “Somos apóstoles en el Apóstol” y agregó: “Hay una forma de apostolicidad que Jesús la confía y la delega en la figura de esos apóstoles y sus sucesores, es decir, los obispos”.

“Jesús eligió a Pedro para que “haga de ‘primero’ entre los apóstoles, pero esa primacía es la caridad”, agregó.

Por otro lado, la Fe Católica, Apostólica y Romana que profesamos por el don del bautismo recibido, supone mucho más que respeto a la figura del sucesor de Pedro:Supone una adhesión a su enseñanza y a su doctrina”, resaltó el padre Javier.

Padre Javier Soteras, Director de Radio María

Siguiendo con la lectura, nos detuvimos en el punto 19: “El Señor Jesús, después de haber hecho oración al Padre, llamando a sí a los que El quiso, eligió a doce para que viviesen con Él y para enviarlos a predicar el reino de Dios; a estos Apóstoles los instituyó a modo de colegio, es decir, de grupo estable, al frente del cual puso a Pedro, elegido de entre ellos mismos. Los envió primeramente a los hijos de Israel, y después a todas las gentes, para que, participando de su potestad, hiciesen discípulos de El a todos los pueblos y los santificasen y gobernasen y así propagasen la Iglesia y la apacentasen, sirviéndola, bajo la dirección del Señor, todos los días hasta la consumación de los siglos”

Al respecto, el padre Javier hizo mención al modo de ser ‘orgánicamente’ Iglesia con un gobierno establecido de manera jerárquica y que está en los principios elegido así por Jesús y luego por quienes sucedan a los apóstoles, los obispos: “Éstos tienen una responsabilidad importante porque tienen el servicio de enseñar, santificar y gobernar para crear más vía discipular”,remarcó el padre Javier y resaltó la necesidad de comprender el proceso de apertura, el modo de eclesialidad en la que va avanzando el Concilio. “Venimos saliendo de una Iglesia clerical y hace falta equilibrar lo anterior con una participación más clara en el ejercicio del servicio de los laicos y volver al origen en el ejercicio de servicio por parte de los clérigos”, puntualizó el padre Javier.

Podés escuchar el programa completo en el audio que acompaña esta nota

(Foto: Rome Report)