Restaurar los vínculos para encontrar la luz

lunes, 6 de diciembre de 2021
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06/12/2021 – En “Levántate y resplandece”, el padre Matías Jurado Traverso, sacerdote del clero de Buenos Aires, y la psicóloga Carla Gerbino, referente nacional del programa de sanación Raquel en Grávida, presentaron el nuevo ciclo que es continuidad de “Ya no te llamarán abandonada”, espacio compartido a inicios del 2021. Comenzó diciendo Gerbino: “Este espacio es un llamado a la esperanza, a restaurar las heridas, a reparar la vida que pasó por un abuso o un aborto. Es un volver a ponernos de pie, el Señor nos invita a levantarnos y a caminar un nuevo rumbo. Esto del abuso y del aborto no se hablaba tanto hace algunos años atrás, pero gracias a Dios hoy no es así. Por eso vamos a insistir con esto, este espacio es para que las personas abusadas puedan registrar sus necesidades y pedir ayuda. Allí comienza a aparecer una luz, una salida y queremos apostar por esto”.

Y agregó el padre Jurado: “En Isaías 35, el Señor nos invita a regocijarnos en Dios para que el desierto se convierta en lugar de alegría y vida. El que cayó siente que está en un pozo oscuro, triste y sin esperanza, tiene mucha culpa y dolor. Pero Dios nos quiere salvos, nos quiere alegres y felices. En el sitio web quierosanar.com.ar en los últimos años fuimos adquiriendo experiencias y espacios de sanación personales y grupales para ayudar a encontrar la paz. Ayudamos tanto a las personas que atravesaron por la experiencia de un aborto provocado, como también a quienes fueron víctimas de un abuso físico, emocional, sexual o espiritual. En estos espacios no juzgamos a nadie, sólo queremos acompañar y ayudar a que dejen atrás la soledad, el silencio y el dolor y se reconcilien con la vida, vivas a pleno, como Dios te sueña. Este sitio web está orientado a facilitar herramientas de sanación a las personas que pasaron por experiencias traumáticas de abuso o aborto”.

“Restauración etimológicamente significa “e-parar”. Usamos este término para referirnos a la “reparación de obras valiosas”, y con cuánto cuidado necesitamos hacerlo. Es importante tener en cuenta las luces, el momento del día, los pinceles, las herramientas, los artefactos, pinturas, y materiales adecuados. Reparar una obra valiosa implica tomarse tiempo y el esfuerzo necesario y sumamente especializado. A veces también es hasta incómodo, solemos ver a los restauradores en andamios, en posiciones difíciles, complicadas, buscando paso a paso el material necesario. Hay distintas etapas, objetivos, pasos, formas, toda una metodología, un saber hacer, pero primero hay que captar la esencia, el valor de la obra preciosa para encontrar el método más adecuado. Re-parar, volver a pararse, ponerse de pie; por eso elegimos para este nuevo ciclo la Palabra de Isaías 60: “Levántate y resplandece porque ya llega la luz sobre ti”. Deseamos compartir un poco de lo que vivimos en esta pastoral, con tantas personas que se acercan a buscar restauración y sanación. Estamos en tiempo de Adviento, es tiempo de esperanza, y queremos que esta Nueva Luz alcance a más personas que aún siguen buscando consuelo. Algunas no se atreven ni a pedirlo, otras ni saben que lo necesitan, no se permiten necesitar. La culpa y el autocastigo va calando hondo en estas heridas tan profundas del alma y del cuerpo, y ante la realidad tan duro del aborto, sucumbe la negación. Se entierra el trauma, y si no se afronta, empieza a hacer poco a poco una gran metástasis, peligrosa y de alto riesgo. Va afectando no sólo a las distintas áreas de la persona, sino como iremos viendo en los distintos programas del ciclo, al entramado vincular familiar”, indicó Carla.

“Acompañando a personas atravesadas por el dolor del aborto vislumbraba la trama que se va entretejiendo en las heridas más profundas de los vínculos familiares, especialmente en aquellas más escondidas. Vidas abusadas, heridas de desamparo y orfandad, que desgarran el cuerpo y el alma. Acompañando estos dolores tan íntimos empecé a vislumbrar el entretejido que se va dando entre el abuso y el aborto, y como estas secuelas van dejando “profundas heridas en la filiación”. Quizás lo que más me impactó fue ver las consecuencias en los hijos nacidos en familias donde hubo abortos, lo sepan o no. La restauración de los vínculos familiares es necesaria y urgente para la salud del individuo y de la sociedad. Todos los miembros, los favoritos, los rechazados, aún los excluídos, o ignorados, hacen a la familia. Es más, muchas veces los que no están presentes, los rechazados, los que se han marchado, inclusive los niños no nacidos, tienen un lugar fundamental. Están las guerras ruidosas, con bombas y noticias amarillas que impregnan los medios de comunicación. y están las guerras silenciosas, las más tremendas e íntimas; esas que llevan al vacío enloquecedor, las que desatan las guerras del corazón, las que acontecen en el seno familiar. El hogar, la familia, para el niño, es el mundo. Si los padres están en guerra, los niños se crían en guerra. Pasamos muy fácilmente de ser víctimas a responsables, de ser pasivos a activos. Es el circuito del entramado vincular, intergeneracional”, sostuvo la especialista.

“Maravilloso y providencial el Evangelio de hoy: los camilleros confiaban en Jesús y fueron capa ces de traspasar el techo para llevar a quien estaba tendido. No podía caminar. Es importante poder aprender a pedir ayuda. Los camilleros llevan al paralítico, y por la fe de ellos es curado y perdonado. Iremos viendo la relación íntima y fundamental entre perdón y sanación, amor y perdón. Hasta Jesús pidió ayuda, primero para nacer, Dios hasta pidió permiso a una mujer, para hacerse hombre; y nosotros que somos hombres tantas veces queremos ser como Dios. El mismo Dios se abaja, se hace hombre, niño, bebe, feto, embrión, y nace en el desamparo del pesebre, no había lugar para él. El sabe de desprecios y rechazos, no teme a la oscuridad, por eso en Belén ¡la luz brilla en las tinieblas! Y cuando llega al momento final de la cruz, para lo cual había venido, Jesús pide ayuda al cirineo. Estas heridas bloqueadas, enterradas aún vivas necesitan ser iluminadas con la ayuda adecuada, idónea, especializada”, añadió Gerbino.

“No temas es la frase que más se repite en la Biblia dicen los expertos. Cuantos miedos se van agrandando en estos daños tan profundos. Philip Ney dice que con el aborto se rompe la barrera instintiva contra la agresión, se desatan ciclos de violencia, contra uno mismo, con la pareja, con los íntimos, en las decisiones, en la familia y en la sociedad. La primera lectura de hoy de Isaías dice “no temas”, y esa es La buena noticia. Jesús mismo no prometió ilusiones ni hace magia, ni usa varitas mágicas. Pero si, prometió estar con nosotros y darnos su paz. Hay tantos ejemplos: la Magdalena, Pedro, Pablo, y nosotros mismos somos testigos de tantas historias traumáticas que se van transformando con trabajo y ayuda adecuada en historias de salvación. Afrontar lo traumático te permite llegar a ser lo que estás llamado a ser. permanece en la sombra, hasta que no se ilumina y libera, se repite, porque sigue clamando por redención. Necesitamos emprender caminos de restauración familiar”, cerró la psicóloga y logoterapeuta.