En el ciclo “Peregrinos de Esperanza”, junto a la Comisión Nacional de la Pastoral de Santuarios, de la Conferencia Episcopal Argentina, conocimos parte de la actividad que se lleva a cabo desde la región Litoral. En esta oportunidad dialogamos con el padre Olidio Panigo, rector del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, y Ana Lucía Culasso, servidora del Santuario.
04/12/2024 – En el comienzo, Ana Lucía Culasso mencionó algunos de los santuarios que forman parte de la región Litoral y que actualmente trabajan en red a través de la Pastoral de Santuarios. Al respecto, detalló: el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás, el Santuario Nuestra Señora de los Dolores, el Santuario de Nuestra Señora de los Milagros, el Santuario de San Cayetano, el Santuario de Nuestra Señora del Tránsito, el Santuario de Guadalupe y el Santuario de Jesús de la Divina Misericordia.
Sobre las vivencias de los peregrinos, particularmente en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, el padre Olidio Panigo señaló que allí un rasgo distintivo es que además de celebrar la fiesta patronal el 12 de diciembre, tienen otra fecha especial. “La devoción comenzó a mediados del siglo XVII pero nunca se celebró el 12 de diciembre. Las primeras crónicas que hay dicen que se celebró el 26 de febrero. En ese momento era pleno campo y toda la población que vivía en lo que en ese momento era Santa Fe se trasladaba para la celebración de la Virgen de Guadalupe, por eso se la llamaba la Virgen del pueblo, en cuanto que toda la gente se trasladaba para participar de la fiesta”. Años después se instauró como fecha de celebración 15 días después de la Pascua, para facilitar la participación de los fieles.
Además, sobre la llegada de los peregrinos al Santuario relataron que es un lugar de fe muy visitado por las familias y por variados grupos de fieles. Hay personas que peregrinan a pie, otras peregrinaciones a caballo, otros en bicicleta, grupos de peregrinos en moto y también de un movimiento de taxistas que llegan a saludar a la Virgen de Guadalupe. A estas tradicionales peregrinaciones del lugar, este año se suma una peregrinación náutica.
“Al santuario lo hacen los peregrinos. Nosotros lo único que tenemos que hacer es favorecer ese encuentro de los peregrinos con la imagen del santo, o con la imagen de la Virgen o el Señor. Además, es una ocasión para aprender de los peregrinos, nos enriquecemos con esa piedad sencilla pero en la misma medida profunda (…) Cada Santuario es como un oasis en el mundo de hoy. (…) Si alguien tiene alguna situación particular, personal o familiar, no deje de acercarse a algún Santuario para poder renovar fuerzas y beber de ese amor de Dios que se derrama en los Santuarios”, compartió el padre Olidio.
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