“Si algo queremos de este IV Congreso es devolverle la esperanza a nuestro pueblo argentino”, indicó el Padre José “Pepe” Antonio Díaz

miércoles, 9 de octubre de 2019


08/10/2019 – En Madre del pueblo, seguimos caminando rumbo al IV Congreso Mariano Nacional 2020, que se realizará en Catamarca desde el 23 al 26 de abril de 2020. Junto al padre Marcelo Amaya y equipo, cada sábado desde la Catedral Basílica y Santuario de Nuestra Señora del Valle recibimos a distintos responsables de la organización del congreso.

¿Cuáles fueron las conclusiones del encuentro de delegados diocesanos?

En primer lugar, le preguntamos al Padre José Antonio Díaz, afectuosamente más conocido como el padre “Pepe”, rector del Santuario Catedral del Santísimo Sacramento y Nuestra Señora del Valle, quien es además el coordinador Gral. del Año y Congreso Mariano Nacional 2020, cuáles son las conclusiones que saca del reciente encuentro de delegados llevado a cabo en Catamarca.

El padre Pepe comenzó diciendo que “Estoy gratamente sorprendido por la respuesta de las diócesis de Argentina presentes en el encuentro. La actitud con la que llegaron fue sorprendente, la alegría, el entusiasmo”, describió el sacerdote.

Explicó además que fue muy productivo este encuentro de delegados diocesanos porque fue una posibilidad para ver bien cerquita la realidad del país.

Además, dijo que “El encuentro se ha desarrollado -gracias a Dios- normalmente. Ellos, han podido visitar los lugares donde se van a desarrollar los eventos de niños, jóvenes y adultos”.

“Los recursos más importantes son las personas, acá en la diócesis de Catamarca necesitamos ir cobrando no solo conciencia, sino entrenándonos para lo que va a suceder, acercándonos a las tareas más concretas, más prácticas, y adhiriendo a las distintas comisiones, con veinte las que ya van funcionando”, acertó el padre José Antonio.

“Hay un muy lindo espíritu de trabajo, de comunión, para trabajar en el Congreso”, indicó.

El año mariano nacional comienza el 8 de diciembre

“En esta fiesta de diciembre -dijo- bajo el ponchito de los pobres, con el calorcito que nos da el sol, vamos a renovar como todos los años nuestro fervor y nuestro amor por nuestra Madre, la invitación es a que lo hagamos en este sentido y en este contexto del año mariano nacional que comienza este ocho de diciembre”, recordó el padre Pepe.

Su amor por la morenita

Finalmente, el padre Pepe indicó que “Yo nací en un pueblito llamado La Cocha -hoy es una ciudad- y desde chico, seguí el ofrecimiento que nos hizo el padre Benet que iba misionando por el sur de Tucumán”.

Y con respecto al amor a la Madre, indicó que “En lo personal, la Virgen me ha ayudado a definir muchas cosas y trabajar acá para mi es un honor, aunque es un trabajo constante, continuo, de todos los días y de todo el día, uno lo hace con el amor que le siente a la Madre”.

“Si algo queremos de este IV Congreso es devolverle la esperanza a nuestro pueblo argentino y revitalizar nuestro dinamismo misionero, creo que son las dos grandes metas que nos hemos propuesto con los obispos del NOA y creo que todos coincidimos que son los puntos más sensibles”, concluyó el padre José Antonio Díaz,

Hermana Tania, delegada de Humahuaca, presente

Por su parte la hermana Tania Svoboda, delegada diocesana de la Prelatura de Humahuaca, una persona muy agradable, con un hermoso buen humor y muy alegre, según la describió el padre Marcelo Amaya.

¿Cómo es tu devoción a María?

La hermana Tania contó sobre sus orígenes y su fe heredada diciendo que “Soy jujeña, de la zona de El Ramal jujeño -aclaró-, la parte de Ledesma”. “En familia, mi abuela tenía una imagen de la Virgen del Valle y sus ancestros me parece que han estado en la zona de Catamarca y mi papá tenía un gran amor a la Virgen”, recordó.

“El amor a la Virgen siempre estuvo en la familia, esta imagen siempre nos permitió reunirnos en torno a María”. “Yo desde que tengo conciencia, con mi padre, los días lunes rezábamos el rosario en torno a la Virgen”.

“Me llamó la atención siempre el rostro moreno de la Virgen, que era muy parecido a nosotros”.

¿Qué tal viviste el encuentro de delegados diocesanos en Catamarca?

Respondiendo a esta pregunta, la hermana Tania expresó que “Primero, lo viví con un poco de temor porque había pocas mujeres, pero me pareció un recibimiento muy cálido, una acogida, el calor de la gente”.

“Se sintió ese ambiente de familia”. “Me sorprendió la organización y la capacidad de síntesis de los distintos espacios, la claridad en la expresión”.

“Por otro lado -indicó la religiosa- me impactó conocer los lugares más sagrados, pisando tierra sagrada, por la gente cómo conserva esos lugares como una casa que se cuida, se pone linda para recibir a la gente”, recordó la hermana Tania Svoboda, delegada diocesana de la Prelatura de Humahuaca.