31/10/2025 – La música en la liturgia católica cumple una función profundamente espiritual: eleva el alma, acompaña la oración y ayuda a la comunidad a expresar lo que muchas veces las palabras no alcanzan a decir.
En las celebraciones dedicadas a los santos y a los difuntos, los cantos adquieren un tono especial, pues nos invitan a contemplar el misterio de la vida eterna y la comunión que existe entre todos los hijos e hijas de Dios, tanto los que peregrinan en la tierra como los que ya gozan de su presencia.
En las fiestas de los santos, los cantos se llenan de alegría y gratitud. Son himnos que exaltan la fidelidad de quienes siguieron el Evangelio hasta las últimas consecuencias. A través de estas melodías, la Iglesia no solo recuerda a los santos del calendario litúrgico, sino también a los testigos anónimos que, con su vida cotidiana, dieron ejemplo de fe, esperanza y amor. Cantar en esas celebraciones es un modo de alabar a Dios por su obra en ellos y de renovar el propio compromiso cristiano.
En cambio, los cantos dedicados a los difuntos tienen un carácter más sereno y contemplativo. No se trata de canciones tristes, sino de expresiones de esperanza en la resurrección y en la misericordia divina. Melodías como En tus manos, Señor, Dales el descanso eterno o Ven con nosotros al caminar acompañan el dolor de la despedida, pero a la vez proclaman la certeza de que la muerte no tiene la última palabra. En la liturgia de los fieles difuntos, el canto se convierte en oración por quienes partieron y en consuelo para quienes permanecen.
De este modo, los cantos para santos y difuntos revelan la riqueza espiritual de la fe católica. Son puentes que unen el cielo y la tierra, que expresan tanto la alegría de la santidad como la esperanza en la vida eterna. A través de ellos, la comunidad creyente celebra el misterio pascual de Cristo, que da sentido a toda vida y transforma la muerte en camino hacia la plenitud.
Al respecto, el apdre Marcos Picaroni, integrante del grupo «Pueblo de Dios» propuso: «Como primer canto escuchar las letanías de los santos. Podemos cantarlas al comienzo de nuestras celebraciones. El canto de las letanías viene ya de siglo. Con las letanías hay una aclamación sencilla, popular, confiando en la intersión de los santos y habitualmente se cantan en la vigilia pascual».
Se puede acceder al micro completo en el reproductor de videos ubicado bajo el título.