25/11/2025 – El rugby Mixed Ability emerge como una herramienta de transformación social, brindando un espacio de desarrollo pleno para personas con discapacidad en el ámbito deportivo. Lo que comenzó como una invitación, se convirtió en una iniciativa que moviliza emociones y realidades, tanto en la vida de los jugadores como en su entorno familiar y comunitario. Esta disciplina, que tiene sus raíces hace varios años en Argentina, se ha consolidado en Córdoba a través de equipos como Los Toros 15 del Córdoba Rugby y, más recientemente, Unidos Mix Ability del Club Universitario de Córdoba (UCC).
Sandro Ceppolino, uno de los impulsores de Unidos Mix Ability, relata cómo su camino se cruzó con esta modalidad deportiva. En marzo de este año, fue invitado a participar en una jornada con Los Toros 15, un evento que tuvo un impacto directo en su visión de la discapacidad. Ceppolino recuerda una anécdota personal con sus hijos que sirvió como catalizador: “En vez, bueno, de de retarlo o de o de sacarle la play… le dije, ‘Mira, este viernes eh a mí me invitaron a un lugar a donde vos vas a ir conmigo.’” Esa jornada compartida con jugadores con distintas discapacidades resultó ser, en palabras de Ceppolino, “inolvidable”.
La experiencia de su hijo, al comprender que el término «Down» no era un insulto, fue el punto de inflexión. “Agachó la cabeza y me dijo que no”, cuenta Ceppolino sobre la pregunta que le hizo al finalizar la jornada: «Down, ¿es un insulto?». La vivencia movilizó a Sandro a tal punto que al día siguiente ya estaba buscando la manera de armar un equipo en su club. Con el apoyo de la subcomisión de rugby de la U, se formó Unidos Mix Ability, que comenzó a operar en mayo, buscando usar el rugby “como herramienta para para que que los chicos puedan tener un espacio” en clubes donde muchas veces no lo encuentran.
La esencia del Rugby Mixed Ability reside en la adaptación y la convivencia. Ceppolino explica que enseñan las mismas habilidades básicas que en el rugby infantil —pasar la pelota, correr, taclear—, pero entendiendo que cada jugador tiene sus propias limitaciones. En el campo, el respeto por el otro es fundamental: “Hay jugadores que no le gusta recibir que los agarren, contacto, caerse y los equipos contra lo que jugamos identifican eso y los dejan avanzar hasta llegar a ser el try o el gol”. Para garantizar la seguridad y el juego, los facilitadores (entrenadores que juegan con ellos) asisten a los jugadores que no desean contacto, acompañándolos hasta el ingoal.
Más allá del aspecto deportivo, el impacto social y emocional es profundo. Ceppolino destaca que, al crear este espacio, buscan que la discapacidad sea percibida como algo “común” dentro del club y la sociedad, y que los jugadores sean vistos como “un equipo más de la U”. Las historias de las familias son conmovedoras: “Escuché historias de madres que me contaban que que su cumpleaños, sus primeros cumpleaños con sus verdaderos amigos que que lo festejaban ahí”. El viaje reciente a un encuentro en Tucumán, el primero para el equipo, reflejó esta alegría pura: “Ellos pudieron ver lo que es el disfrute y el y el el derecho a ser felices en el estado puro y el y el 100%.”
El espíritu de comunidad se extiende más allá del campo de juego, especialmente con el Tercer Tiempo, una tradición central en el rugby. En Unidos Mix Ability, este momento se ha convertido en algo crucial. Ceppolino menciona el apoyo del concesionario del bar del club, el “negro Jupú”, que les regala hamburguesas y un espacio de encuentro: “Ahí se se pueden reír, donde jugadores donde los atendemos”. Este compromiso del entorno, sumado al esfuerzo del staff de entrenadores y el apoyo estatal, refuerza la visión de Ceppolino: “Las familias se animen a ir a estos espacios porque es ganar ganar por donde miremos.”
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