08/03/2019 – En el inicio del tiempo cuaresmal, el obispo de Chascomús y secretario general de la Conferencia Epìscopal Argentina, monseñor Carlos Malfa, destacó “la importancia de la experiencia comunitaria de la fe por sobre el individualismo reinante. Es que el espíritu del mal nos encierra en nuestro propio egoísmo. Y lo dice el papa Francisco: el demonio nos envenena con el odio, con los vicios y con la envidia”. Monseñor Malfa indicó que “vivir comunitariamente la fe es una dimensión en la que es necesario insistir mucho. Somos el pueblo de Dios que peregrina en la historia”.
El prelado sostuvo que, con el propósito de contrarrestar las tentaciones del demonio y la actuación del espíritu del mal, “le he pedido a los sacerdotes de mi diócesis que, por única vez y este primer Domingo de Cuaresma, puedan rezar luego de la oración poscomunión en cada mmisa, la oración del exorcismo del papa León XIII”. Esta oración dice así: “San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén”.
Monseñor Malfa invtó a vivir la Cuaresma “con una gran esperanza porque Dios es rico en misericordia. Siento que en este tiempo tenemos que pedirle al Señor que nos de la gracia de borrar nuestra culpa, nos de un corazón puro y nos devuelva la alegría de sabernos salvados por Él. En definitiva, este es un llamado a la humildad”.
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