Superar una inquietud interior, desde el presente

viernes, 17 de junio de 2011
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Superar una inquietud del interior desde el presente

Al espíritu le pedimos que venga a nosotros con la fuerza y el gozo de la alegría, que nos libere de la inquietud que no nos deja vivir en paz, y nos ponga en todo caso bajo el signo de una inquietud pacífica la de la vida del espíritu que en gozo y alegría en sintonía con la resurrección nos deja ubicados aunque movidos estemos en lo de todos los días en el lugar donde Dios nos quiere, como testigos de la vida.

Este es el texto de la palabra que hemos elegido para nuestro compartir en esta mañana:

 

“¿Con quién podré comparar esta generación? Se parece a los chiquillos que, sentados en la plaza se gritan unos a otros diciendo: ¡les tocamos la flauta y no han bailado! ¡Hemos entonado valses, y no han hecho lamento!” Mateo 11, 16-17

 

Esta disconformidad de la que hace referencia el evangelio en términos espirituales, se llama aquedia, es una expresión griega que indica "inquietud interior " “disconformidad", es la figura que nos pone en situación de no estar de acuerdo con nada en particular y estar como inquieto fuera de lugar siempre, como si uno hubiera nacido para otra época, como si no perteneciera al mundo en que le toca vivir. Es justamente aquello lo que Jesús dice de algunos hombres de su tiempo en el evangelio: Juan era tratado de borracho y Jesús de comilón, en realidad siempre algo de que criticar y no hay nada que venga bien y eso se dice de los demás y de sí mismo, cuando se pone uno en situación de ser un observador crítico, de todo, en el fondo expresa una cierta disconformidad que en la vida lo alienta a estar como con hormigas en la cola o como si un petardo que hiciera bailar de un lado para otro sin permanecer en sintonía con lo que lo rodea de manera armónica. Esta es la aquedia, es la incapacidad de estar en el instante de aceptar lo que sucede en ese tiempo. Eurajo Ponticus, definía esta situación y la resalta con bastante humor. En la historia de un monje atacado por esta acción del mal, que llamamos aquedia. El monje está sentado en su celda, pero no soporta estar allí, constantemente mira por la ventana para ver si hay "algo" , " alguien" que lo venga a visitar, blasfema a los insensibles cófrades que también hoy piensan en él, luego mira hacia el cielo para ver si pronto no es ya, hora de comer, se revela frente a Dios por hacer avanzar el sol, tan lentamente en ese día, luego lee, un poco la Biblia se aburre rápido , se cansa y entonces se hecha a dormir y va a la cama, pone la Biblia como almohada pero también le resulta un tanto incómodo porque es dura para la cabeza, está incómodo, sin saber como estar, inquieto, hay algo que lo sacude por dentro que no sabe como controlarlo , a esto, que otros podríamos llamar en este tiempo ansiedad, disconformidad, inquietud, le llamamos aquedia, que tiene algunas particularidades que vamos a describir en el transcurso de la catequesis, te aseguro y te adelanto la solución para salir de esto, porque es un espíritu que apoca el alma, que la aprisiona en la tristeza que no la deja vivir en paz, que la sacude para un espíritu del mal, que la sacude para aprisionarla y encarcelarla. Se sale de una forma muy simple, muy sencilla " por vivir el presente" con gozo y con alegría sin dejarte tirar para atrás.

 

Casiano lo define en sus escritos, menciona un listado de las actitudes que son consecuencias de éste espíritu, que tira como para abajo y genera mucha disconformidad, es como una actitud inquieta. No hay nada, no hay un lugar dónde esté cómodo, ese, justamente es el espíritu del mal, espíritu que a veces se viste de otra forma, de ociosidad, de somnolencia , de mal humor, de intranquilidad, nos hace de ambular, vagabundeando… se muestra como inconsistente, está lleno de palabras sin sentido, de repente se reviste de curiosidad, es siempre un modo de no estar en si mismo por así decirlo, de esta forma Casiano describe acertadamente la actitud de la cual nosotros muchas veces no somos dueños de nosotros mismos. Hay modos como la “aquedia" se manifiesta y expresa en medio de nosotros, una que llama la atención, estando uno inquieto y se manifiesta en la sociedad, estar inquieto entonces se pone ocioso, en vez de ponerse en actitud de moverse de un lado para otro, parece que la inquietud nos deprime, el ocio en sí mismo es bueno y saludable pero cuando hay ociosidad se da la situación de hacer las cosas pero sin poder disfrutarlas, es como que uno le pasa todo por arriba, no goza , no disfruta. Martín Descalzo decía: el buen ocio de este tiempo es saludable, una buena lectura, un buen paisaje, una buena película, un rico café tomado con amigos en medio del fragor de la tarea, un ratito en medio de lo duro para un saludable ocio, viene más que bien a lo largo del día, lo que no es bueno es la ociosidad, es como un largo bostezo, que expresa ese aburrimiento existencial de la vida, donde en realidad uno está diciendo ….no estoy cómodo acá, no estoy bien, estoy fuera de lugar, estoy aburrido. Esto tan típicamente de los chicos, cuando tienen mucha actividad y de pronto se encuentran con un espacio libre, que no saben como administrarlo y empiezan a decir estoy aburrido. Entonces comienza como a ganar el corazón una inquietud que se llama aburrimiento y ociosidad, se traduce en un bostezo. Cuando uno está internamente tomado por esta fuerza de la aquedia aparece al lado de la sociedad, el sueño, es decir como a dormirse y a veces nos pasa en la parte más linda de la historia y muchas cosas se nos pasa de largo porque estamos en esa actitud. Es en el presente, donde perdemos oportunidades de la vida porque estamos así como en este estado interior de disconformidad, que nos pone somnolientos y aburridos, de bostezo y sin poder aprovechar y gozar de lo que está pasando. El mal humor es también esa expresión de este espíritu aquedioso; el mal humor es una rebelión frente a todo. Una persona mal humorada es una persona que todo le cae mal, siempre anda poniéndole mala cara a lo mejor, le encuentra el defectito. Como aquel cuento bien cordobés: “ya tu madre le va encontrar algún defectito”; decía: el que había vuelto en un estado con algunas copas de más y el hijo le dice: ¡papá cuántas copas de más tenés arriba! ¡Cómo estás viejo de contento! ….como dándole la bienvenida y recibiéndolo también en un estado no de lo mejor…, el borrachito le dice: Tu mamá le va encontrar algún defectito.

Es como esa actitud de la vida por el mal humor que anda viendo el costado oscuro, que no le ve el costado bueno a la historia. Hemos compartido en otros momentos aquel apócrifo de los evangelios, donde Jesús pasa mientras va del templo hacia la higuera para ver si se ha secado;   se encuentra con los discípulos y un perro muerto, entonces los discípulos dicen: que olor a podrido que tiene! Jesús les dice: vieron que lindos dientes tenía.

 Siempre, aún frente a lo más duro y lo más difícil, es posible encontrar el buen costado, es posible encontrarle lo bueno también a lo feo a lo que evidentemente objetivamente está mal. Es encontrar el espíritu del mal humor, puede ser un día soleado, bellísimo y uno por mal humor estar desconforme por todo y a pesar que todos están de fiesta, uno está en un rincón del lugar, viendo como hacer para aburrirse mejor, este sería un espíritu aquedioso, que atenta contra las ganas de vivir, que es la que queremos hoy despertar en tu corazón con alegría.

En la descripción que Casiano va haciendo de la aquedia, está este modo que la sicología le llama depresión en cubierta que es la actividad exagerada, porque en realidad uno no puede estar consigo mismo, porque si se queda consigo mismo se cae, entonces anda por todos lados sin estar en ninguna parte, cuando uno está con una depresión en cubierta, el activismo es lo que cubre o encubre ese estado de insatisfacción permanente con lo que uno permanece en su corazón. Que es el que describía un poco hoy el evangelio. Y de esto hay mucho en la sociedad en que vivimos, hay mucha depre encubierta. Y sobre todo se nota a veces en algunos ambientes festivos de la farándula, vos lo podes descubrir allí, el alma está triste, aunque le quieran poner maquillaje, pilas, escenografía, bailes de todos tipos, cuerpos ligeros y de más historias, hay una depre total. Que hace que la persona termina hablando por sigo misma o de sí misma o de los que rodean ese ambiente realmente enfermo que busca meternos a todos allí que más que bailar por un sueño nos hace dormir en la depresión en cubierta de un montón de movidas sin sentido. Y lejos de soñar nos duermen, nos duermen en la depre encubierta. Hay que prestarle atención porque es propio del mundo en el que vivimos frenéticos. EL que lo describe muy bien es el zapping, cuando uno hace zapping, salta de una imagen detrás de otra, ando buscando, lo que no sabe, nada lo conforma, es propiamente del espíritu des conformista. Esto es tan así, que en los procesos de producción de un programa televisivo dentro del mismo programa se busca esto mismo. Construiir un proceso de producción en un zapping, todo por arribita, sin ahondar en nada, sin profundizar en nada, sin anclar en nada. El espíritu propiamente del zapping o de la actividad excesiva, de presión en cubierta le llamamos, se manifiesta cuando uno no puede terminar un libro, no puede terminar una tarea, no puede terminar una conversación, no puede estar sentado tranquilo en un lugar, anda siempre como con la cola inquieta esto es propiamente de este espíritu que hoy queremos combatir, que se llama aquedia, lo hacemos con alegría pero no para salirnos de nosotros mismos, no para divertirnos, estar divertido significa estar fuera de sí mismo, es para estar alegres, permaneciendo en nosotros mismos, que estamos buscando las canciones que nos alegran bien arriba pero que nos hace estar bien con nosotros mismos con los pies en la tierra.

 

Es por el lado de la lucha donde salimos que quiere tirarnos para atrás sino la peleamos y no salimos de esos lugares no se pacífica el corazón. ¿Y como es la lucha a la que tenemos que hacernos? Es a partir de la conciencia de que en el presente está la respuesta, que no hace falta volver para atrás ni mirar demasiado para adelante sino caminar tramo a tramo con la conciencia que en realidad a cada día le basta con lo suyo. Esto a mí me llena el corazón de serenidad, de alegría, de gozo, por eso en el presente hay que encontrar la razones que nos hacen la vida más alegre y más feliz, cuando hemos buscado ponerle música gozosa a la mañana, para sacarnos , si es que estamos aquediosos por ahí , ha sido sencillamente para despertar al presente, es todo el intento nuestro de cada mañana, de distintas maneras queremos conectarte con lo mejor de la vida con el hoy y descubrir que hay un costado bello con el cuál podes encontrarte cerca de lo tuyo y que no está lejos de ti, el gozo y la felicidad, te diría más, está dentro tuyo , y tu presente aunque esté marcado por el dolor y el sufrimiento puede ser feliz y esto es porque Dios está porque a Dios no se le escapa nada, ni uno de los pelos que se cae de la cabeza está lejos de la mirada del Dios providente, de que se preocupan ustedes, de qué van a comer, de qué van a beber, con qué se van a vestir, acaso el Padre del Cielo no vela por las aves del cielo y por las flores del campo y si eso hace con la naturaleza, ustedes creen que no lo van hacer por ustedes. Creámoslo . El Dios en el que nosotros creemos no es una historia del pasado, no es material arqueológico, no es una fantasía del futuro, no es magia, es realidad presente, Dios que mora en medio de nosotros encarnado no pasó haciendo historia, sino que haciendo historia en el pasado se vinculó al presente con la decisión de cambiar el tiempo y hacerlo nuevo en medio de todo lo que Él tiene para ser transformado y por eso en la conciencia de la presencia de ese Dios, encontramos en la movilidad de lo más vital de nuestras vidas, serenidad y armonía, porque no se trata de salir de la aquedia de cualquier modo, sino permaneciendo en nosotros mismos, al mismo tiempo siendo como movidos desde dentro hacia lo mejor que está por venir. Te invito a superar la aquedia, la tristeza, y el agobio, la depresión y el sin sentido, el apuro del aburrimiento desde este lugar donde Dios te quiere sereno y confiado con vida y dando vida.

 

Padre Javier Soteras