“Tener un amigo es tener un tesoro”

21/02/2023 – Continuamos con el ciclo de espiritualidad con el Padre Héctor Espósito, misionero vicentino, y párroco en la Parroquia Nuestra Señora Del Rosario, en Villa del Rosario, en Córdoba.

En esta nueva entrega profundizamos en la virtud de la Amistad.

Comenzamos preguntándonos quiénes son aquellos amigos y amigas que se vienen a la mente y al corazón cuando pensamos en nuestras experiencias de amistad. Y el padre Héctor nos propuso iniciar el diálogo con un texto de las Sagradas Escrituras: San Juan, 15, 12-17.

“Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por sus amigos, y son ustedes mis amigos, si cumplen lo que les mando. Ya no les llamo servidores, porque un servidor no sabe lo que hace su patrón. Los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que aprendí de mi Padre. Ustedes no me eligieron a mí; he sido yo quien los eligió a ustedes y los preparé para que vayan y den fruto, y ese fruto permanezca. Así es como el Padre les concederá todo lo que le pidan en mi Nombre. Ámense los unos a los otros: esto es lo que les mando.”

La importancia de la Amistad

La amistad es la virtud que nos lleva a una relación sólida, profunda, desinteresada y recíproca con otra persona.

Porque la vivencia de la amistad implica la vivencia de otras virtudes como son la generosidad, sinceridad, disponibilidad, fidelidad, comprensión, confianza mutua, honestidad, entrega, compromiso, servicio y respeto, dando siempre lo mejor de uno mismo, virtudes todas muy importantes y necesarias para la vida de cada persona. El padre Héctor sostiene que cada una de estas virtudes vienen “de la mano” de las otras.

Vivir una buena amistad es vivir feliz en compañía de un amigo y ayudarse mutuamente

Porque una buena amistad lleva a ambas partes a ayudarse a crecer, enriquecerse, ser mejores, desarrollar todas sus potencialidades y superarse en la vivencia de la virtud.
Para poder tener buenos amigos primero hay que ser buen amigo, es decir, darse a los demás, siendo sincero, respetuoso y generoso. Es una condición para formar la amistad.

El sacerdote vicentino nos habló también de la corrección fraterna en la amistad. Una corrección desde el amor, con prudencia y discreción.

Los amigos son determinantes para la vida de una persona

Al referirse a la trascendencia de las experiencias de amistad para nuestra vida, el padre Héctor explicó las enseñanzas de Aristóteles sobre esta virtud, en la que diferencia tres tipos de amistad:
la amistad por interés, amistad por placer y amistad de lo bueno.

También recurrió a la conocida y frase de Santa Teresa de Ávila, quien propone un camino de profundización espiritual a partir de un recurrente vínculo con Dios a partir del diálogo en la oración: “Orar es tratar de amistad con quien sabemos que nos ama”.

Para cerrar, el padre Héctor compartió la oración escrita por Félix Lope de Vega, quien vivió en Madrid entre 1562 y 1635, y fue considerado uno de los poetas más importantes del Siglo de Oro Español:

¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta cubierto de rocío
pasas las noches del invierno oscuras?
¡Oh cuánto fueron mis entrañas duras
pues no te abría! ¡Qué extraño desvarío
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!
¡Cuántas veces el Ángel me decía:
«Alma, asómate agora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía!»
¡Y cuántas, hermosura soberana,
«Mañana le abriremos», respondía,
para lo mismo responder mañana!