“Un acercamiento muy fuerte, fue conocer la vida de cada uno”, dijo el obispo de La Rioja, Dante Braida

miércoles, 20 de marzo de 2019
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20/03/2019 – Monseñor Dante Braida, obispo de La Rioja, comenzó recordando en qué momento conoció a Monseñor Angelelli diciendo que “Lo conocía desde joven, siendo seminarista, conocía sobre su martirio, me impactaba que haya dado la vida por su pueblo y por trabajar de un modo participativo, pero nunca había tenido una llegada más directa a la vida y a la obra”.

En este sentido recordó un momento donde tuvo un acercamiento más profundo, “Quizá un momento muy fuerte fue hace dos años, cuando se cumplieron los cuarenta años, que con Monseñor Franzini nos vinimos de Mendoza como peregrinos. Fuimos al paraje “Bajo de Lucas”, donde fueron martirizados Gabriel y Carlos, pasamos por Chamical, por el paraje “El Pastor” donde fue lo de Angelelli, luego compartimos la misa en la Catedral de La Rioja, así que ahí fue un acercamiento muy fuerte, fue conocer la vida de cada uno”, señaló Monseñor Dante.

¿Cuál fue la fuente de la acción social llevada a cabo por Monseñor Angelelli?

Ante esta pregunta, monseñor Dante dijo que “El ministerio de Monseñor Angelelli tuvo una dimensión social muy fuerte, como la tiene que tener cualquiera que viva su fe de modo profundo, pero la raíz de esta entrega, de esta acción, está en un hombre que vivía también desde un vínculo muy fuerte con Dios -eso lo atestiguan los que estaban más cerca de él- su vida de oración personal, su rezo de la liturgia de las horas, un amor muy grande por la Eucaristía, de hecho muchas de sus enseñanzas son en el contexto de la eucaristía, eso habla de alguien que vive de la Palabra y donde la eucaristía tenía un lugar central en su vida”.

Monseñor Dante Braida contextualizó el momento de la historia de la Iglesia en el que monseñor Angelelli llevó adelante su pastoral, diciendo que “El Concilio Vaticano II lo atravesó totalmente en su corazón y la vivencia participativa del Concilio, esto de poder percibir a una Iglesia donde cada uno pueda participar activamente desde su estado de vida”.

“En esa época el compromiso con los pobres -aclaró- se asociaba con una posición política determinada, esto no es marxismo ni comunismo, es un hombre que vive el Evangelio con caridad”, completó.

La fe de Wenceslao

“Con Wenceslao debemos mirar su obrar y su fidelidad a este interior que iba viviendo”, indicó monseñor Dante, al destacar la fe de Wenceslao.

En torno a su vida, relató que “El no se quería casar por iglesia, pero respondiendo al amor de ésta mujer, decide acceder al sacramento del matrimonio, esta decisión es acción del Espíritu. La fe también iluminaba su vida como trabajador, por eso lo asignan representante sindical y él lo asume como una misión, la de luchar por los trabajadores“, expresó.

Monseñor Dante destacó esta opción por los pobres de Wenceslao, diciendo que “El despojarse de todas las seguridades… uno lo hace porque hay un movimiento interior fuerte, hay un motivo importante”. “Él deja todo para venir a La Rioja a emprender un nuevo camino, trabajando con la gente mas humilde, una organización de campesinos, buscando formar cooperativas para que puedan vivir del trabajo, siempre haciéndolo desde el ámbito de la iglesia, una iglesia que se está ocupando de los más postergados de la sociedad”.

Continuó diciendo que “El tenía un vehículo, entonces muchas de las personas le pedían que lleve a sus familiares enfermos al pueblo, por eso, esa noche que lo buscan, él abre la puerta porque piensa que podía ser alguien que necesite una ayuda, ahí ocurre el asesinato frente a su familia y sus hijas“.

“<No odien, perdonen>, son las últimas palabras que en sus doce horas de agonía logra pronunciar. Eso habla de un profundo camino interior”, resaltó monseñor Dante Braida.

La entrega de Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville

“Gabriel Longueville tuvo que suspender el seminario en Francia y estar en el servicio militar dos años, después volvió y lo volvieron a convocar al servicio. Su vocación fue postergada varias veces, pero es un claro ejemplo de perseverancia. El día que buscaron a Carlos Murias, lo quiso acompañar. Este don de la fraternidad, su compañía al hermano, fue lo que lo hizo parte del martirio”, señaló monseñor Dante.

Por otra parte, el religioso manifestó que “Carlos de Dios Murias siente el fuerte llamado a la vida consagrada, él fue franciscano conventual. Eligió a Angelelli para que lo ordene sacerdotalmente”.

“Era jovencito, a sus treinta años era muy impulsivo a través de la predicación, denunciando mucho las injusticias del momento, varios se sintieron molestos”, expresó monseñor Dante. “La noche que fue el martirio lo fueron a buscar, y con una excusa de que tenía que declarar algo judicial se lo llevan. Gabriel no tenía nada que ver pero le dijo que lo acompañaba”.