02/09/2021 – Martha Arriola, coordinadora nacional del movimiento y una de las fundadoras, y Claudia Sanguinetti, especialista en educación e integrante de la organización, presentaron el ciclo y describieron las características principales de “Cuidadores de la Casa Camún”. Arriola comenzó diciendo: “Quienes fundamos este movimiento nos conocemos hace muchos años. En el 2015, monseñor Jorge Lugones, obispo de Lomas de Zamora, fue a la ciudad de La Plata para compartir de qué se trata la encíclica papal Laudato Si y allí a varios nos comenzó a bailar el corazón. Se encendió una chispa dentro nuestro, san Francisco de Asís hizo lo suyo y fue así que a los pocos días de ese encuentro nos reunimos y decidimos responder creando “Cuidadores”. Nosotros ya trabajábamos con jóvenes en situación de vulnerabilidad y decidimos integrar todo generando trabajo digno desde las claves que nos da Laudato si, al modo que propone el papa Francisco. Hoy trabajamos con 18 mil jóvenes en distintas provincias y ya iremos contando uno a uno cada uno de los proyectos”.
Por su parte, Sanguinetti afirmó: ”Yo formo parte de una asociación que trabaja con jóvenes en situación de vulnerabilidad y en este tema que llevamos adelante en este movimiento es fundamental la educación. Implica cvambiar prácticas de consumo, modos de producir y cómo nos comunicamos con los demás. Muchas veces el acceso a la educación es un derecho vulnerado en los jóvenes. Tenemos proyectos textiles o trabajo de la tierra, entre otras cosas. Desde la asociatividad se busca que estos pibes puedan tener un trabajo digno y lo logran junto a sus pares”.
Este movimiento es coordinado a nivel nacional por monseñor Lugones y la Fundación de Estudios Regionales. “Nos mueve el llamado de aportar al desafío urgente de proteger nuestra casa común desde la concepción de que un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social, que debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres. Pretendemos no solo generar conciencia del daño que sufre nuestra casa común y discutir el paradigma y formas de la nueva tecnocracia, sino también entusiasmar y conmover. Promover un sentimiento profundo de alabanza ante la maravilla de la vida. Favorecer la reconciliación, con uno mismo, con los demás, con la hermana Madre Tierra. Desde los descartados y descartadas superar la cultura del descarte”, indicó Arriola.