18/12/2025 – La llegada de las fiestas de fin de año plantea un escenario ambivalente para muchas familias. Mientras la sociedad se prepara para los festejos, quienes conviven con personas dentro del espectro autista enfrentan desafíos adicionales. Marta Lastra, abogada e integrante de la Fundación Familia CEA, explicó que se trata de una época «complicada y contradictoria», donde el deseo de compartir y celebrar choca con el uso de pirotecnia sonora, un factor que transforma la alegría en un trauma para muchos niños y adultos.
Lastra describió con crudeza cómo la hipersensibilidad auditiva afecta la vida cotidiana durante diciembre. «El ruido, por más que nosotros nos tapemos los oídos, lo vamos a sentir. Una persona, por más que quiera cuidar sus oídos para evitar ensordecerse, lo va a sentir igual», señaló. Incluso relató que el impacto es tal que muchos niños asocian cualquier estímulo visual con el estallido: «Cuando prendo las luces del árbol de Navidad, mi hijo se tapa los oídos fuertemente y me dice ‘mamá boom’, relacionando la luz intermitente con el ruido».
En cuanto al marco legal, la especialista advirtió que la normativa actual es insuficiente para garantizar la tranquilidad de las familias. Aunque existen municipios con «pirotecnia cero», la falta de una ley provincial o nacional con un sistema sancionatorio efectivo dificulta el cumplimiento. «Por más que tengamos la mejor ley, si la sociedad no está comprometida, esto no se cumple», afirmó Lastra, lamentando que proyectos legislativos que incluían regímenes de control y promoción de luces por sobre los ruidos no lograran tratarse este año.
Sin embargo, destacó un avance reciente en el ámbito local de la capital cordobesa. El Concejo Deliberante prevé sancionar una ordenanza que establece campañas de concientización obligatorias cada año. El objetivo es informar sobre los daños «impresionantes y traumáticos» que los ruidos excesivos provocan en personas con autismo. Para Lastra, estas iniciativas son fundamentales porque apuntan a la raíz del problema: la falta de información sobre las crisis dolorosas que desencadenan las explosiones.
Desde la Fundación Familia CEA, se llevan adelante acciones de sensibilización directas, como la «cabina sonora». A través de auriculares, los ciudadanos pueden experimentar la diferencia entre una audición típica y la de una persona con autismo. «La gente entrega el auricular con lágrimas en los ojos al entender lo que vive una persona que no cuenta con herramientas inhibitorias o adaptativas y entra en crisis porque no puede regularse», explicó la abogada, remarcando la importancia de estos ejercicios de alteridad.
Finalmente, Lastra hizo un llamado a la comunidad para vivir unas fiestas más inclusivas y humanas. «Le pedimos a la gente que pueda ponerse en el lugar del otro y piense que muchos no pueden disfrutar de una explosión», solicitó. En un momento de valores y compromisos, la invitación es clara: elegir pirotecnia lumínica para asegurar que el prójimo no sufra y que todas las familias puedan celebrar el fin de año en paz y con verdadera felicidad compartida.
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