04/04/2018 – Retomando el libro: Laicos y santos: testimonios en América, la Dra. Silvia Correale, desde Roma, nos trae una gran historia de compromiso y fe. Es la historia de María García Lagos de Hughes – Marichuela – una mujer autodidacta que desde su juventud se comprometió con la realidad de su tiempo.
“En 1906 se retiran los crucifijos de las escuelas y hospitales, – cuenta Silvia – esto hace que una joven, Marichuela, decida el 15 de agosto de 1906, en desagravio al crucifijo, convocar a unas ochocientas mujeres a llevar durante un año un crucifico sobre el pecho. De esta iniciativa surge la Liga de damas católicas de Uruguay”.
“Esta asociación de profesionales católicos dieron vida a esta realidad y con el tiempo llegaron a ser personas que dieron un aporte concreto, importante, a la realidad sociocultural de su país”.
“Una juventud que se formó en la escucha de la Palabra, la frecuencia de los sacramentos, a lo que el Señor le iba indicando por la acción del Espíritu Santo, que se fueron formando en los valores cristianos, en la vida espiritual, y que después llegaron a ocupar puestos importantes, a nivel político incluso, cultural, social y en una sociedad que se presentaba bastante laica, con medidas de gobierno donde prácticamente la religión desaparecía de cualquier expresión gubernamental”.
Y ahí surge este grupo de mujeres que se ponen en camino para mantener la llama de la fe católica viva y transmitir esta fe a sus hijos, expresa Silvia, refiriéndose a la Liga de damas católicas de Uruguay.
Te invitamos a escuchar el audio completo de este programa, dedicado al seguimiento de las Causas de canonización en Argentina y Latinoamérica.
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