En nuestro balance del año -dice Norberto Ovando- es bueno recordar los pensamientos, dichos y reflexiones que el Papa Benedicto XVI pronunció en los dos últimos años en materia ambiental, como por ejemplo “Se debe ejercer una administración responsable de los bienes de la Tierra”; Los líderes mundiales deben tomar decisiones valientes para salvar al planeta”; "Es necesario un ‘sí’ decisivo a las determinaciones para proteger la creación, así como un compromiso firme para revertir las tendencias que arriesgan con llevar a situaciones irreversibles de degradación".
"A las nuevas generaciones se les confiará el futuro del planeta, que carga con claras señales de un tipo de desarrollo que no siempre ha protegido el delicado equilibrio de la naturaleza".
En su llamamiento ecologista más firme hasta la fecha, el Santo Padre dijo: "Han de tomarse decisiones valientes que puedan volver a crear una fuerte alianza entre el hombre y la Tierra antes de que sea demasiado tarde".
Dañar el medio ambiente es pecadoCon una de las primeras medidas tomada por el Jefe de la Iglesia al declarar que “Atentar contra el Medioambiente se considera pecado”, la Iglesia comenzaba así las primeras medidas encaminadas a preservar la naturaleza del planeta. "Tirar una bolsa de basura por la calle será pecado venial, pero quien destruye la Amazonia comete un pecado grave".
En el Catecismo de la Iglesia Católica se lee que “la tierra y sus bienes son un don que podemos usar, mejorar, pero no destruir”.
El Papa Ratzinger aseguraba en una de sus homilías en la plaza de San Pedro, que debemos “salvar el planeta antes de que sea demasiado tarde".
Los paneles solares permitirían ahorrar 300 megavatios al año /Foto Reuters.
La Ciudad del Vaticano ocupa 440.000 metros cuadrados y es el Estado más pequeño del mundo. Es independiente desde 1929, por el Tratado de Letrán, y su soberano es el Papa. Está enclavada en la zona Oeste de la ciudad de Roma. Tiene moneda y sellos propios, y la lengua es el latín y el italiano. El nombre de Vaticano procede de una de las colinas de Roma donde está asentado el Estado pontificio, la Colina Vaticana, nombre que proviene de “vates”, los sacerdotes etruscos que en esa colina efectuaban sus vaticinios sobre el porvenir.
En 1984, cuando fue declarado Patrimonio Mundial, sabiendo que los paneles solares permitirían ahorrar 300 megavatios al años, se empezaron a tomar medidas ecológicas como por ejemplo la instalación de 2.400 módulos fotovoltaicos en sus edificios para producir electricidad y la organización de una conferencia científica para discutir las consecuencias del calentamiento global y el cambio climático.
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