El corazón del mundo

martes, 30 de diciembre de
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“Nosotros que creíamos poder excluir a Dios de nuestro ámbito cerrado o encerrarlo a él, mediante nuestra acción, hemos patentizado la exclusividad de su amor que nos mantiene apretados en sus brazos…” “Entonces creó él su corazón y lo puso en medio del mundo. Un corazón humano que conoce el impulso y el anhelo de los corazones humanos…”


“Ya no se podía evitar su muerte en adelante. Pues ¿qué corazón se puede proteger a sí mismo? No sería un corazón si estuviera blindado y protegido; no sería un corazón, si, entregándose sin protección a la corriente impulsora, distribuyendo vida del propio acopio inagotable de vida, no olvidara todo lo demás en el júbilo de este derroche.”


“La vida eterna eligió para sí el lugar de un corazón humano. Él decidió vivir en esta tienda de campaña tan movediza, y dejarse alcanzar. ¡Qué desnudez se ha dado Dios a sí mismo, qué tontería ha cometido!”


“De este modo, Dios se abrió al mundo. Acogió en sí al mundo. Se convirtió en corazón del mundo. Se enajenó para ser corazón del mundo. La oculta cámara vino a ser camino principal, por el que descienden las caravanas de la gracia y por donde ascienden las largas filas de los que lloran y de los mendigos.”


“A nadie se le puede dejar pasar de largo, todos necesitan de su ayuda, de su misión, de una clara descripción de su camino restante, de su consuelo, de su aprovisionamiento. Los peticionarios son incontables, hay que tratar cada caso en particular. Ningún destino es semejante al otro, ninguna gracia es impersonal.”


Hans Urs von Balthasar sj

 

Oleada Joven