Cada 14 de febrero celebramos el Día de los enamorados o tambíen conocido como San Valentín.
Generalmente lo relacionamos con los enamorados. Un día en el que ellos se demuestran, con distintas expresiones y gestos, el amor mutuo.
Pero ¿Qué celebramos cuando celebramos el amor? ¿Qué entendemos por amor? ¿Qué buscamos y proyectamos con la persona amada?
¿Recuerdan la película Up? Especialmente queremos detenernos en la historia de amor de Carl y Ellie. Al conocerla podemos observar todos los condimentos que tiene el amor: amistad, respeto, benevolencia y atracción.
Es hermoso ver como ambos sueñan juntos, se acompañan en la alegrías, en las tristezas. Como juntos enfrentan aventuras y desventuras.
Si descubriste que tu vocación es la familia, el matrimonio y ya tenés el don de caminar junto a otro ésta opción, que mejor que celebrar este día junto a esa persona pidiéndole a Dios que les regale la gracia de construir sobre la roca firme de Su amor, descubriéndo y cultivando éstas virtudes de las que hablamos.
Si estás todavía a la espera de esa persona que Dios pensó desde siempre para vos, ánimo, el Señor siempre llega a tiempo, nunca se demora. Aprovechá para rezar por él o ella y seguí preparando tu corazón para el encuentro.
A continuación te dejamos la historia de Carl y Ellie, disfrutala y que sea de inspiración.
“Lo que está destinado a tu vida, ciertamente te está buscando. Tal vez sólo sea cuestión de tiempo.” Eduardo Casas
Para los que estan a la espera de ese amor, acá va una oración:
Señor Dios, Vos sos el Amor, y me hiciste para amar.
Busco a la persona que desde antes que naciéramos
Vos pensaste especialmente para mi.
Haceme paciente en este esperar su llegada.
Sé que hiciste su corazón para mi y mi corazón para ella.
Enseñame a reservarme para esta persona, como ella se reservará para mi.
Que mis ansias y mi impaciencia no desvíen el camino,
ni me lleve a buscar atajos fáciles.
Entréname en el amor generoso a los otros
para que cuando llegue pueda amarla profundamente.
Enseñame a orar por ella, por nuestros procesos
personales que van madurando nuestro ser.
Cuidala de todo mal, guardala en su cuerpo, alma y espíritu.
Aunque no nos conozcamos ayúdanos a ser mejores cada día,
más solidarios, más generosos, más puros de corazón.
Bendito seas Señor, en esta persona que pensaste para mi.
Bendito seas Señor que nos has hecho para amar y ser amados.
Bendito seas en el día que nos conozcamos,
y podamos emprender el camino “de ser uno” en el amor.
Amén!