Es en los momentos mas difíciles, cuando ya todo parece perdido, que encontramos a Dios, esa luz de esperanza que nos hace continuar, como en esta película donde sus protagonistas se lanzaran a una aventura que parece imposible en busca de su libertad y en ese duro camino encontraran también otra forma de vivir.
La película cuenta la travesía asombrosa de un grupo de prisioneros que escapan de un campo de trabajos forzados en Siberia hasta llegar a la India.
Janusz (Jim Sturgess) es un polaco que, una vez consumada la invasión de Polonia por Alemanes y Soviéticos, es condenado a 20 años de trabajos forzados en un gulag de Siberia. Allí toma la difícil decisión de escapar con un grupo que incluye, entre otros, a un estadounidense conocido como Mr. Smith (Ed Harris), un ruso de nombre Valka (Colin Farrell) y una huérfana soviética que dice llamarse Irena (Saoirse Ronan). Huir de una de estas prisiones es poco menos que un suicidio. No es posible refugiarse en poblaciones de la Unión Soviética debido a que hay recompensa para aquéllos que delaten a un fugitivo y, para llegar a otro país, es necesario atravesar miles de kilómetros de territorios inhóspitos. A pesar de ello Janusz y su grupo escapan rumbo a Mongolia, pero cuando llegan allí caen en la cuenta de que éste es un país comunista aliado de Stalin y se ven obligados a dirigirse a la India, en una jornada que los hace cruzar el desierto de Gobi y los Himalaya.
El film presenta, por un lado, la paranoia soviética que envió a miles de inocentes a los gulags y, por otro, la emocionante historia de hombres torturados y endurecidos por su pasado a quienes los sufrimientos de la terrible caminata los hace solidarios y compasivos, en un proceso de conversión que conmueve e invita a la reflexión.
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