Señor, por fin te he hallado,cansado de buscarte e ir a tientas.Y es que estabas en el sitio en cruz marcadoque indica tu presencia, amor y seña.
¡Cuánto cuesta pensar que lo has pensado!¡Cuánto cuesta no esquivar la Cruz al verla!;cuando en verdad, clavado das tu abrazoa todo el que va detrás de ti con ella a cuestas.
¡Cuánto sabes convertir en día apropiadoel día en que se cruzan las vidas y las pruebas!¡Cuánto sabes que solo, habría dejadomi vida sin probar o mi prueba sin vivencia!
Hoy que llego atraído por tu voz y tu calladoque me dice: “tomen mi yugo; mi carga así es ligera”,te pido que no dejes de mirarme allí a tu ladoque suave es mi cruz… si te recuestas.
Javier Albisu