Estudiar, trabajar en algún proyecto, o simplemente tomar mates, es mucho más divertido si se hace con amigos. Con ellos, se vuelve de repente sencillo reír hasta llorar y darnos cuenta de que en realidad sí tenemos razones para ser felices. Y es que “un amigo es alguien que cree en vos incluso cuando vos ya no crees en ti mismo”, levantándote el ánimo y dándote el aliento que necesitás para ser valiente.
Ser conocido por muchos, no significa tener muchos amigos. Y que crezca tu popularidad no necesariamente quiere decir que te sentirás más acompañado y amado. Creemos que necesitamos muchos amigos, cuando en realidad debemos preocuparnos por valorar y cuidar a ese único que “estuvo a nuestro lado cuando todos se habían ido”.
“Encontrar un amigo verdadero es como encontrar un tesoro”, no sucede todos los días. Sin embargo, existe un secreto que en verdad funciona: ser un buen amigo primero. No es tarea fácil, pero para lograrlo te alentamos a imitar a Jesús, el amigo que te ama como ningún otro.
El papa Francisco te dice: “Jesucristo te ama, dio su vida para salvarte, y ahora está vivo a tu lado cada día, para iluminarte, para fortalecerte, para liberarte. Sólo gracias a ese encuentro con el amor de Dios, que se convierte en feliz amistad, somos rescatados de nuestra conciencia aislada y de la autorreferencialidad. Llegamos a ser plenamente humanos cuando somos más que humanos, cuando le permitimos a Dios que nos lleve más allá de nosotros mismos para alcanzar nuestro ser más verdadero.”
Compartimos con vos una oración de Marcelo A. Murúa, y te animamos a seguir las huellas de Jesús, quien se dió por completo a sus amigos.
Enséñame a ser buen amigo
Quiero ser buen amigo, Jesús,
enséñame a buscar
el bien de mis amigos
antes que el mío propio,
enséñame a compartir
y a buscar siempre lo mejor para todos.
Que no me pelee,
no me enoje con mis amigos.
Que acepte con humildad
sus consejos y sus palabras.
Que siempre tenga una sonrisa
y las manos abiertas.
Que sepa perdonar
y pedir perdón.
Ayúdame a ser buena compañía
y a llevar esperanza.
Quiero ser tan buen amigo
como tú lo eres conmigo.
Amén