Evangelio según San Mateo 14,13-21

lunes, 27 de julio de
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Al enterarse de eso, Jesús se alejó en una barca a un lugar desierto para estar a solas. Apenas lo supo la gente, dejó las ciudades y lo siguió a pie.

Cuando desembarcó, Jesús vio una gran muchedumbre y, compadeciéndose de ella, curó a los enfermos.

Al atardecer, los discípulos se acercaron y le dijeron: “Este es un lugar desierto y ya se hace tarde; despide a la multitud para que vaya a las ciudades a comprarse alimentos”.

Pero Jesús les dijo: “No es necesario que se vayan, denles de comer ustedes mismos”.

Ellos respondieron: “Aquí no tenemos más que cinco panes y dos pescados”.

“Tráiganmelos aquí”, les dijo.

Y después de ordenar a la multitud que se sentara sobre el pasto, tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes, los dio a sus discípulos, y ellos los distribuyeron entre la multitud.

Todos comieron hasta saciarse y con los pedazos que sobraron se llenaron doce canastas.

Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.

 

Palabra de Dios

 


 

 

P. Gustavo Gatto  Sacerdote de la diócesis de Villa María

 

Comenzamos una semana más con Jesús y hoy nos encontramos con este evangelio de Mateo donde Jesús multiplica los panes. A partir de alguien que tiene 5 panes y 2 peces el Señor cubre el hambre y la sed de una multitud.

 

Hay un librito hermoso de un cardenal vietnamita que estuvo en la carcel, Van Thuan, donde cuenta su experiencia de cómo pudo salir adelante. Enumera allí sus 5 panes y sus 2 peces, aquello que él puso para que Dios pudiera hacer el milagro. Nosotros también estamos invitados a descubrir cuáles son nuestros 5 panes y 2 peces. Quizás nos parezca poco pero es todo lo que tenemos, y con eso al Señor le basta, lo importante es animarse a entregárselo al Señor. 

 

 

Radio Maria Argentina