Un Gracias con lo que soy, a 10 años de ese encuentro

sábado, 29 de agosto de
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¡Hoy, día de San Agustín, el santo patrono de mi encuentro con Jesús!

Hoy hace 10 años descubría que Jesús me amó y se entregó por mí. Me invitaron a un retiro al que no quería ir, sinceramente, no pensaba que hubiese nada ahí que fuera para mi, tenía mil excusas, cientos de ideas falsas de lo que era Dios, la Iglesia y lo que me estabas proponiendo… y ahí estabas Vos esperándome, como hacia tanto tiempo, con los brazos abiertos. Vivo, tan VIVO! No podía creer que había pasado tanto tiempo de mi vida sin saberlo… qué había estado haciendo sin vos todo este tiempo?

Hoy te agradezco por esos amigos que me mostraron que vos sos cercano y me estabas buscando, que vos eras eso que yo estaba buscando y no podía encontrar (Marce y Sebas), por mi mamá que siempre rezó por mi conversión, por tantos otros que con su testimonio me hablaron de vos, por mis abuelos que me enseñaron a rezar…

Ese día mi vida cambió por completo, y los que me conocen y lo que han vivido lo mismo pueden dar fe que no lo digo en sentido metafórico. Ese día comprendí que tu Amor, el Amor de Dios, es tan grande que puede devolverme todo el tiempo que malgasté persiguiendo cosas vacías y llenándome de cosas que no le daban sentido a mi vida. Que ese Amor tan grande está en mi y quiere vivir en mi, moverse en mi, amar a otros, vivir un proyecto grande. Muy parecido a este santo de este día, San Agustín… me falta bastante, está claro, y muchas veces me vuelvo a tropezar con las mismas cosas… vos sabés. Pero sos un Dios que ve los intentos, y los ama.

No puedo creer que hayan pasado 10 años, siguiéndote, con mis dudas y mis fallas, mis defectos y virtudes, mis manías y mis durezas, bien consciente de mi pobreza, de todas las veces que te digo “Señor, señor” y la pifio. 10 años de aprender que no me salvo por mis méritos, sino por confiar en tu infinita Misericordia, por equivocarme y volverme a levantar…. como aquella primera vez, donde pensé que había caído tan bajo, que nunca iba a poder levantarme de nuevo. Todo estaba oscuro, nada tenía sentido, ni siquiera todas esas cosas en las que había puesto mi vida durante tanto tiempo (mis relaciones, el estudio, las salidas, los vicios, tantas cosas de un placer pasajero que se iban en poco tiempo, tanto esfuerzo en todo). Todo me parecía vano, vacío, inútil… ese vacío de mi corazón parecía que nunca iba a llenarse.

Hoy 10 años que vos caminas conmigo y yo te dije “Sí, no sé cómo se hace, pero si vos me amas tanto para darte en la Cruz por mi, todo lo demás no vale la pena – lo dejo todo y te sigo -“. Y así fue, y vos no te desentendiste, no me corriste la cara, ni me abandonaste en el peor momento. Estuviste en quienes me acompañaron, en los sacerdotes, los catequistas, amigos, hermanos del camino, en mi familia y en cada persona que sin saberlo me hablaba de vos. En mi comunidad, en tu Palabra y con tu Espíritu Santo, tan tangible que mil veces me conmoví y pude gritarle al mundo que ¡estás Vivo y que no sos un Dios de cartón, insípido, castigador y tirano, sino que tu identidad es el Amor y que si te buscamos estás, te movés y haces nuevas todas las cosas! Cada día me enamoro de vos, Señor, no porque pueda, sino porque aún cuando no puedo, vos me sostenés… ¿A quién iría? Sólo vos me conocés, sólo vos tenés palabras de Vida Eterna. Nada, nada, nada: eso sería sin Vos.

Gracias Jesús por descubrirme la posibilidad de vivir de una forma nueva, de saberme amada y valiosa para Vos. Gracias por invitarme a ser cada día más “yo” -vos en mí y yo en vos ♥- de buscar vivir el amor, aún cuando más duela (Tantos frutos de felicidad y de vida plena que ha dado!), de enseñarme a querer más a los otros como son porque vos los amás y no porque son como yo quiero. De mostrarme que se puede ser santo siendo humano y viceversa, que vale la pena jugarse la vida por amor y que el mayor amor es dar la vida por los amigos, como lo hiciste VOS!

¡Gracias por darme una Vida Nueva Señor! Te amo, con mi pobre humanidad, pero con todo mi ser. Te necesito y te busco, hoy solamente te pido una cosa: haceme fiel a Vos!

 

Caro Baquero