Un alma alegre

miércoles, 9 de septiembre de
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“Señor, son tantos los que sufren
en el mundo de hoy
y tan pocos los que saben
olvidar su dolor.


Yo quiero ser luz
que refleje tu lámpara
y levadura buena
que te esponje las almas.
Te doy gracias Señor
porque has resucitado
y mataste en mi alma
la angustia del pecado.

Si me pides la vida,
quiero darla contento,
si no quieres que muera,
quiero vivir sonriendo.

Quiero reír,
Quiero soñar,
Quiero darles a todos
La alegría de amar.

 

San Alberto Hurtado