Evangelio según San Mateo 1, 18-24

lunes, 14 de diciembre de
image_pdfimage_print

Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto.

Mientras pensaba en esto, el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo.

Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados”. 

Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: “Dios con nosotros”. Al despertar, José hizo lo que el Angel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa

 

 

Palabra de Dios

 

 


P. Nicolás Retes

 

 

 

 

 

La palabra de Dios que acabamos de escuchar este viernes 18 de diciembre nos presenta a José. José el varón justo, José aquel que sabe escuchar la palabra de Dios con atención, sabe obedecerla, sabe cumplirla; y a través de este sueño que nos presenta el evangelio de hoy, el ángel del Señor se le aparece a José y le muestra cómo van a ser un poco los planes de Dios. José, al igual que la Virgen María, se suma a este plan de salvación, le responde de algún modo con un sí.

Es verdad que José a lo largo del evangelio prácticamente no dice nada, al contrario: hace. Nos dice mucho con sus obras, con su modo de ser, de obedecer, por eso José es el modelo, el varón justo, obediente, fiel, sencillo, que responde a Dios con actitudes concretas.

En este sueño que tiene José de alguna manera comienza también nuestra propia salvación, porque gracias a su efectiva respuesta, a su sí, la salvación se hace presente en la historia de la humanidad, se hace presente en nuestras vidas.

 

José es el ejemplo para nosotros entonces de querer vivir con obediencia la voluntad de Dios, de querer seguir los planes de Dios. Muchas veces José se jugó por lo que Dios le pedía, no solamente en el texto que acabamos de escuchar, hay otro momento también muy difícil que nos relatará más adelante el evangelio, en el cual tiene que huir la sagrada familia: Jesús, María y José; de allí del lugar donde se encuentran porque son perseguidos por los soldados del rey Herodes porque quieren matar al niño, y huyen a Egipto, y José justamente toma la iniciativa, se da cuenta que es un momento difícil, si bien es alertado en sueños a través del ángel del Señor pero esto nos demuestra cómo siempre José está atento a captar lo que Dios le quiere decir y responde a esa voluntad de Dios con un Sí.

 

No hacen falta muchas palabras entonces para obedecerlo a Dios, José es una persona sin dudas que está tocada por la gracia de Dios, el Señor ha depositado en él muchos dones, también lo ha hecho en nosotros, a cada uno de nosotros nos ha regalado dones que podemos poner al servicio de los demás.

 

A imagen de San José, pidiéndole a él que interceda por nosotros, pedimos esta gracia de descubrir entonces qué quiere Dios para nuestras vidas, qué proyecto de vida ha pensado, ha soñado Dios paracada uno de nosotros. No solamente descubrirlo sino también llevarlo a la práctica. En este tiempo entonces que preparamos el corazón para la navidad, para el nacimiento de Jesús, que también renazcan en nuestras corazones esos deseos de fidelidad, la obediencia a Dios que nos ha creado.

 

 

 

Fuente: Radio María Argentina

 

Radio Maria Argentina