Evangelio según San Lucas 2, 36-40

martes, 22 de diciembre de
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Estaba también allí una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la familia de Aser, mujer ya entrada en años, que, casada en su juventud, había vivido siete años con su marido. 

Desde entonces había permanecido viuda, y tenía ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones.

Se presentó en ese mismo momento y se puso a dar gracias a Dios. Y hablaba acerca del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. Después de cumplir todo lo que ordenaba la Ley del Señor, volvieron a su ciudad de Nazaret, en Galilea.

El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él.

 

Palabra de Dios

 

 

 


Moseñor Fernando Maletti Obispo de la Diócesis de Merlo – Moreno

 

 

Queridos hermanos, queridas hermanas, queridos oyentes de Radio María, ya estamos en el tiempo de la navidad, hemos celebrado el nacimiento de Jesús en Belén y nos estamos encaminando hacia la fiesta grande del primero de Enero que es la fiesta de Santa María, Madre de Dios.

 

Dice el Evangelio de hoy en San Lucas capitulo 2 versículo 22 y 36 al 40 que en aquel tiempo estaba también allí una profetiza llamada Ana, hija de Fanuel de la tribu de Aser, era muy anciana, se había casado siendo muy joven y vivió con su marido 7 años pero hacia 84 que había quedado viuda, nunca salía del templo sino que servia día y noche al Señor con ayunos y oraciones.

 

Ana se presento en aquel mismo momento y comenzó a dar gracias a Dios y a hablar del niño, cuando ya habían cumplido con todo lo que dispone la Ley del Señor regresaron a Galilea, a su pueblo de Nazaret y el niño crecía y se hacía más fuerte y más sabio y gozaba del favor de todos.

 

Fijémonos, queridos hermanos en aquella mujer llamada Ana, ella ha puesto su morada en la casa de Dios y allí en la casa de la oración, día y noche da culto al Señor con ayuno y oraciones.

 

La que siempre había ayunado y orado para servir a su Dios, ahora le da gracias porque en el niño Jesús ha reconocido a quien trae liberación de Israel.

 

Hoy también nosotros como Iglesia, hechos profetas con Ana, nos tenemos que unir a esta mujer tan alaba en la Sagrada Escritura en la acción de gracia.

 

Acción de gracias porque Dios esta con nosotros.

 

Acción de gracias porque si cada día es navidad, si cada día nace Dios, nace la paz al corazón que sabe abrirse a los demás.

 

Alegría porque en estos días posteriores a la noche buena y a la navidad y encaminándonos al año nuevo y a celebrar la fiesta de María como comienzo de año, damos acción de gracia porque creemos, porque comulgamos, porque amamos y porque la Palabra de Dios acampa en nuestros corazones.

Recapitulemos, hoy, mañana, el año que estamos terminando. Pensemos en las fragilidades y en las fortalezas.

En lo positivo y en lo negativo.Hagamos un balance, no tipo estadística, sino un balance tipo profundización en el corazón de todo aquello que estuvo acorde a la voluntad de Dios y todo aquello que se despego de la voluntad de Dios.

 

Pensemos que para el año que viene hay cosas que tenemos que cambiar y hay otros elementos positivos, buenos que debemos profundizar.

 

Que el Señor los bendiga y nos acompañe en este final de año. Que les de la Gracia que más necesiten y que mañana 31 de Diciembre y pasado 1º de Enero, cuando levantemos una copa saludemos con un abrazo, con un beso al que tenemos al lado o quizás nos animemos a hacer una obra de bien hacia algún hermano necesitado.

 

Que el Señor espera de nosotros este año que nos abracemos tanto a las alegrías como a las cruces que nos toque llevar, que en este año, quizás podamos decir Señor que en el 2016 que vamos a empezar nos valla como Dios quiera, porque sabemos Señor que la mejor suerte que podemos correr en la vida es correr la misma suerte que Jesús, a la luz

 

de esta Palabra de Dios seamos profetas de la esperanza como nos lo pide el Papa Francisco, esto significa asumir un profetismo, no profeta igual a adivino, sino que el profeta es aquel que lee la realidad desde la voluntad de Dios, es el que lee lo que pasa, los signos de los tiempos estando parado en el plan de Dios y entonces ahí nos cambia a todos la perspectiva. Que así sea en el 2016 que vamos a comenzar.

 

Muchas felicidades para todos.

 

 

Oleada Joven