Esta oración fue encontrada por un general francés en la bolsa de un paracaidista muerto en acción. Pasó a ser la oración oficial del paracaidista militar brasileño, conforme al Bol. Int. n° 7, de 17/01/1969, de la Brigada Aeroterrestre Brasileira.
Así que, aunque no seas un paracaidista, siempre tenemos algún que otro salto de fe que dar. Cada salto a los desconocido de cada día es un acto de valor y fe. Así que acá va, para vos, paracaidista del amor y la confianza:
“Dame, Señor, Dios mío, lo que Te queda;
Aquello que nadie Te pide.
No Te pido ni el reposo ni la tranquilidad,
Ni del alma ni del cuerpo.
No Te pido la riqueza ni el éxito ni la salud.
Tantos Te piden esto, Dios mío,
Que ya no Te debe sobrar para dar.
Dame, Señor, lo que Te queda,
Dame lo que todos rechazan.
Quiero la inseguridad y la inquietud.
Quiero la lucha y la tormenta.
Dame eso, Dios mío, definitivamente;
Dame la certeza de que esa
será mi parte para siempre,
Porque no siempre tendré el valor de pedírtelo.
Dame lo que los demás no quieren.
Pero dame, también, el valor
Y la fuerza y la fe”.
Fuente:Aleteia
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