Jesús dijo a sus discípulos: “No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí. En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a prepararles un lugar.
Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes. Ya conocen el camino del lugar adonde voy”. Tomás le dijo: “Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?”. Jesús le respondió: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí.”
Palabra de Dios
P. Nicolás Retes
Queridos amigos de Oleada joven el evangelio de este viernes 22 de abril nos presenta esta certeza que en la casa del Padre hay muchas habitaciones y cada uno de nosotros tiene preparado por Jesús en persona un lugar allí. Es la invitación entonces a irnos al Cielo, a irnos a vivir con Dios.
«En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones»
La idea es poder permanecer para siempre allí en la presencia de Dios Padre. Jesús se manifiesta, se revela como el camino, la Verdad y la Vida, el medio, el puente para llegar al Padre. Necesario pasar por Jesús para llegar a esta casa del Padre.
Sin embargo es necesario tener este don de la fe, creerle a Dios, por eso Jesús comienza en este evangelio «crean en Dios y crean también en mi».
Para quienes hemos recibido la fe nos resulta podríamos decir un poquito más “fácil” creer en la Vida eterna porque tenemos este don sobrenatural que es la fe. Aquellos que por ahí no lo conocen bien a Jesús, o han escuchado por arriba hablar de Él por ahí se les hace más difícil, esta fe tiene que ser trabajada en todos los ámbitos, aquellos que no tienen fe buscarla, pedirla y aquellos que se nos ha regalado este don tan lindo seguir tratando de cultivarla, hacerla crecer, contagiarla también a los demás, porque hasta el último día de vida nadie tiene garantizado esto de «crean en Dios y crean también en mi» hasta el último día de vida tenemos que luchar aquí en la tierra por la fe que hemos recibido pero poniendo siempre nuestra esperanza en el cielo, poniendo siempre nuestra esperanza en la vida eterna.
Pidamos en este viernes al Señor la gracia de que aumente nuestra fe, que podamos tener fija nuestra mirada en Jesús, en la promesa que nos ha hecho que es la Resurrección que es poder vivir algún día en la casa del Padre.