Evangelio según San Juan 16, 20-23a

miércoles, 4 de mayo de
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En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo.”

 

La mujer, cuando va a dar a luz, siente angustia porque le llegó la hora; pero cuando nace el niño, se olvida de su dolor, por la alegría que siente al ver que ha venido un hombre al mundo.

 

También ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a ver, y tendrán una alegría que nadie les podrá quitar. Aquél día no me harán más preguntas.”

 

Palabra de Dios

 

 

 

 


 

P. Nicolás Retes Sacerdote de la Arquidiócesis de Buenos Aires

 

 

 

 

«Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo» cuanta verdad hay en estas palabras, porque siempre la separación cuesta, y más si es un amigo tan querido como Jesús, que se va, deja a sus discípulos pero les promete el Espíritu Santo.

 

La Iglesia no se queda sola, es siempre animada, conducida por el Espíritu de Dios, ese Espíritu que nos concede una alegría que nadie nos va a poder quitar y nos ayuda a interpretar las escrituras a descubrir cómo Jesús va obrando a través de la historia de la Salvación, y lo lindo de esto es que nosotros somos protagonistas, cada día vamos construyendo también como jóvenes la historia de la salvación dentro de la iglesia católica, en e colegio, en la facultad, en la casa, en la familia, en la parroquia, en la comunidad, en los distintos movimientos.

 

Vos que estás escuchando en este momento Oleada Joven pidámosle a Jesús la gracia de poder renovar nuestra vida, nuestro ser, poder convertirnos con la gracia de Dios a seguir anuciandolo movido siempre por su Espíritu Santo. Donde está ese Espíriu de Dios siempre hay alegría, hay ganas de contagiar, ganas (como diría el Papa Francisco) como de salir a anunciar la Buena Noticia al mundo, esa actitud clave de salida, pero sólo puede salir aquel que ha rezado, que ha contemplado en lo profundo de su corazón estas verdades.

 

Dejate enntonces inundar , llenar, por la Gracia de ese Espíritu Santo y las tristezas de todos los días poder descubrir que no son nada frente a la alegría que nos regala Dios cuando lo llevamos en el corazón, cuando lo buscamos en los sacramentos, cuando lo buscamos en los más pobres al realizar obras de caridad, en fin, cuando leemos Su Palabra nos alimentamos con algo que nadie nos va a poder quitar que es la alegría de ser cristianos , la alegría de ser hijos de Dios.

 

 

 

Radio Maria Argentina