Evangelio según San Mateo 5, 27-32

jueves, 9 de junio de
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Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes han oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pero yo les digo: El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón.

 

Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena.

 

Y si tu mano derecha es para ti una ocasión de pecado, córtala y arrójala lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena. También se dijo: El que se divorcia de su mujer, debe darle una declaración de divorcio.

 

Pero yo les digo: El que se divorcia de su mujer, excepto en caso de unión ilegal, la expone a cometer adulterio; y el que se casa con una mujer abandonada por su marido, comete adulterio.

 

Palabra de Dios

 

 


P. Nicolas Retes

 

 

El evangelio de este viernes 10 de junio nos presenta el tema de la intención, del deseo, ya nos aclara al principio que aquel que desea simplemente cometer el pecado, ya ha caído de algún modo en él, esa su intención más profunda. Si bien los ejemplos que se ponen en el texto, los 3 ejemplos, parecen un poco desproporcionados, en el fondo el Señor no quiere perder a nadie, quiere que estemos siempre de su lado, del lado del amor, del lado de la gracia, por eso nos invita a estar atentos a la presencia del mal, que puede haber en nuestros corazones, que se encuentra en este mundo y que si no nos damos cuenta, lentamente puede ir filtrandose en nuestro corazón.

 

Por eso qué importante es la actitud de saber discernir, vale decir, la actitud de darnos cuenta qué viene del mal espíritu y que no. Por eso el Señor nos ha regalado su Espíritu Santo, para poder distinguir que cosas realmente nos convienen y cuales no y por eso es importante siempre estar atentos a los pequeños detalles, quizás en un mundo tan individualista como en el que nos toca vivir en este tiempo nos sea un poco más difícil poder descubrir estas cosas, porque muchas personas están centradas en sí mismas solamente pero el Espíritu de Dios nos invita una y otra vez a salir, a descubrir que las pequeñas obras de caridad que podamos hacer nos abren a un universo nuevo que es el de la caridad.

 

Nos enseña también el evangelio de hoy que todo es ocasión para amar, incluso en aquellas situaciones donde vemos pecado, como con el amor que Dios nos ha regalado podemos muchas veces ayudar a subsanar muchas situaciones. Pidamosle al Señor en este día queridos amigos que nos regale un corazón atento a las pequeñas necesidades para poder socorrerlas y también para poder discernir realmente qué espíritu es el que nos mueve.

 

 

Radio Maria Argentina