Evangelio según San Mateo 12, 1-8

miércoles, 6 de julio de
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Jesús atravesaba unos sembrados y era un día sábado. Como sus discípulos sintieron hambre, comenzaron a arrancar y a comer las espigas. Al ver esto, los fariseos le dijeron: “Mira que tus discípulos hacen lo que no está permitido en sábado”.

 

Pero él les respondió: “¿No han leído lo que hizo David, cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios y comieron los panes de la ofrenda, que no les estaba permitido comer ni a él ni a sus compañeros, sino solamente a los sacerdotes? ¿Y no han leído también en la Ley, que los sacerdotes, en el Templo, violan el descanso del sábado, sin incurrir en falta? Ahora bien, yo les digo que aquí hay alguien más grande que el Templo.

 

Si hubieran comprendido lo que significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios, no condenarían a los inocentes. Porque el Hijo del hombre es dueño del sábado”.

 

Palabra de Dios

 

 


 

P. Nicolás Retes sacerdote de la Arquidiócesis de Buenos Aires

 

 

Queridos amigos de Oleada Joven el Evangelio de hoy nos presenta el tema de la Misericordia, de esta palabra que nos suena a todos, porque justamente recordemos que estamos en este hermoso Jubileo de la Misericordia, que el Papa Francisco ha querido para este año 2016, que estamos atravesando juntos, como Iglesia Católica.

 

Jesús nos deja bien claro: “Prefiero la misericordia al sacrificio”. Y allí la discusión que se produce entre los fariseos que se acercan y empiezan a preguntar por qué tal cosa o tal otra. Siempre los fariseos están en estas pequeñeces, para ver si lo pueden encontrar al Maestro en alguna cuestión. Pero Jesús no solamente sale airoso de ésta discusión, sino que nos deja una linda enseñanza: para Dios es mas importante los gestos de misericordia que de justicia estricta.

 

Cuántas veces nos pasa en la vida que nos fijamos unicamente en ser justos: “esto es lo que corresponde”, ” esto es lo que marca la ley”, y esta muy bien observar la ley, cumplirla, pero si nuestros parametros se quedan solamente allí, como cristianos, como católicos estamos invitados a avanzar, a dar un paso más. No quedarnos solamente en lo que la justicia marca, sino en lo que nuestro corazón, a lo que la caridad nos invita a realizar. Vale decir que el Espiritu Santo nos mueve a hacer obras de caridad y muchas veces no sólo hay que ser justos, sino también siempre misericordiosos. La justicia llega hasta cierto punto: por ser justos corresponde tanto, pero la Misericordia siempre da un paso más y hacmisericordioso a quien es misericordioso y ayuda a aquel que recibe la obra de misericordia, la obra de caridad.

 

Por eso en este tiempo de jubileo de misericordia, tiempo de gracia que Dios nos ha regalado como Iglesia, preguntate en tu corazón joven qué te pide Dios, en qué podes crecer en esto de las obras de misericordia; cómo es nuestra justicia, ¿estamos con una regla midiendo? ¿Esto corresponde? ¿Esto no?, ¿Cumplimos simplemente? ¿Somos felices viviendo así? O por el contrario, más allá de cumplir, nos preocupamos porque las personas que están alrededor nuestro no les falte nada, estén bien. Como decía la Madre Teresa de Calcuta, que toda persona que se acerque a nosotros, que se vaya mejor, que se sienta recibido: eso es lo que hace la misericordia.

 

Todo aquel que se acerque con algún problema, con alguna dificultad, tratar de ayudarlo a que se vaya mejor del encuentro con cada uno de nosotros. Le pedimos al Señor entonces, que esta semana nos regale un corazón amable, misericordioso, que siempre lo busque a Él.

 

 

Radio Maria Argentina