Jesús dijo a la multitud: “El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo.
El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas; y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró.”
Palabra de Dios
P. David Pintos
Una de las expresiones que me gustaron del Documento de Aparecida, es lo que dijeron los Obispos en el punto numero 29: “Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona. Haberlo encontrado en nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida”.
Me llego tanto, que puedo afirmar que es verdad, que desde que Jesús forma parte de la vida, se transforma en todo, haberlo encontrado es lo mejor que nos pasó.
Y estas parábolas lo describen muy bien. Jesús es el tesoro escondido en el campo. Jesús es la perla más fina.
¿Cuánto nos cuesta para obtenerlo? Todo… todo lo que tenemos, todo lo que somos, toda nuestra vida, todo nuestro ser , todo nuestro corazón.
Encontrar a Jesús es la mayor felicidad en la vida, por eso vale la pena venderlo todo por él. No se trata solo de un entusiasmo o de algo pasajero. Sino de un amor permanente que fluye en el corazón y que quiere explotar lleno de alegría.
Muchos estamos felices, muy felices y no nos arrepentimos de haberlo dejado todo por él. Sabemos que ese despojo total lo vamos a realizar una y otra vez, y así hasta entregarle hasta el último aliento, el ultimo respiro, el ultimo latido de nuestro corazón.
Pidamos la gracia en este día, de renovar nuestro amor por Jesús, de volver a dejarlo todo por él, de poder vender todo lo que tenemos. Que Jesús sea lo más valioso en nuestras vidas.
Que tengan una bendecida jornada