Teresa Benedicta de la Cruz, Edith Estein, monja, Carmelita Descalza, mártir a quien recordamos cada 9 de agosto. Nació en Breslavia -hoy Wroclaw- capital de la Silesia, una región de Alemania que pasó a Polonia después de la Segunda guerra mundial, el 12/10/1891.
En 1913 ingresó en la universidad de Gottingen y se dedicó al estudio de la fenomenología. Aquelío era su vida: sus libros, sus compañeros, y, sobre todo, el célebre profesor E. Husserl. Durante este tiempo llega a un ateísmo casi total.
Estalla en 1914 la primera Guerra Mundial y Edith trabaja como enfermera en un hospital de cuatro mil camas. A esta obra se entrega de lleno.
El estudio de fenomenología hecho con seriedad le lleva al conocimiento profundo de la Iglesia católica y se bautiza el 1.1.1922. El Dios o el Absoluto llena toda su alma: “Cristo se elevó radiante ante mi mirada; Cristo en el misterio de la Cruz’. Su encuentro definitivo fue en 1921 leyendo la Autobiografía de Santa Teresa.
En 1921 Edith decide acompañar a una amiga que había quedado viuda y se quedó impactada al encontrarla con una gran paz y fe en Dios. Es así que deseó conocer la fuente de estas gracias y empezó a leer, en casa de la viuda, la biografía de Santa Teresa de Jesús.
Entró en un estado de crisis profunda y a la vez de purificación hasta que meses después decide ser bautizada. Busca la ayuda de un sacerdote y recibe el sacramento en 1922. Al ser católica se siente más judía porque encuentra en Jesucristo el sentido de toda su fe y vida.
Poco a poco va brotando la inquietud vocacional en ella, mientras es acompañada por su director espiritual. Ingresa a trabajar como maestra en la escuela de formación de maestras de las dominicas de Santa Magdalena, dicta conferencias, traduce libros, destaca profesionalmente y por momentos se escapa para encontrar paz en la abadía benedictina de Beuron.
Al ser bautizada el 1/1/1922 recibió el nombre de Teresa Edwig.
A sus 42 años, el 15/4/1934, fiesta del Buen Pastor, viste el hábito carmelita en el convento de Colonia. El 21/4/1935, domingo de Pascua de Resurrección, emite sus votos religiosos y tres años después, aquel mismo día, sus votos perpetuos. Su vida será ya una “Cruz” convertida en “Pascua”.
Pronto se enrarece la atmósfera en Alemania. Los nazis odian al pueblo judío. Ella presagia la suerte que le espera. Quieren salvarla haciendo que huya a Holanda. El 22.8.1942 miembros de las SS se presentan en el convento y apresan a Sor Bendicta y a Su hermana Rosa.
Después de varios tormentos, el 9/08/1942, en el horno de gas del “infierno de Auschwitz”, moría la mártir de la Cruz, Sor Bendicta.
Fue beatificada el 1/5/1987 en Colonia.
Edith Stein fue canonizada el 11 de octubre de 1998, en una sencilla ceremonia presidida por el Sumo Pontífice.