Ser un Olímpico es llegar. Ser un Olímpico es sacar el acero que hay en cada uno.
Si no podés correr, podés caminar y si no podés caminar, podés ir en silla de ruedas y llegar. No hay excusas.
Y si no mirá el Iron Man, la carrera más fuerte del mundo, en donde un padre llega a la meta cargando a su hijo discapacitado.
Hace honor a tu condición de ser vivo y movete. No hay excusas. Si estás vivo podés moverte.
Tu cuerpo está programado para recorrer distancias incalculables. Tu cabeza es el único obstáculo. Vos elegís: O vivir por la mitad o ser un Olimpico de la vida.
Maria Marta Bianco